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Central intentó, pero no le alcanzó y se trajo un punto de Vicente López


El equipo del Kily González igualó 1-1 con el Calamar en el partido que abrió la fecha 17 de la Liga Profesional. Lucas Gamba y Matías Tissera, los goles

Venía de ganar agónicamente y con ánimo en alza. Pero aparecieron otra vez algunos fantasmas, desatenciones defensivas y un juego que decayó y mucho. Y por eso debió conformarse con sumar un punto frente a Platense por la fecha 17 de la Liga Profesional. Fue 1-1 en un partido chato, pobre y casi sin llegadas.

Con un flojo comienzo, el equipo del Kily González caía por un tanto de Matías Tissera a los 19 minutos. Luego de un par de situaciones de gol, Lucas Gamba aprovechó una pifia para marcar el empate a los 30 de la primera mitad.

Los primeros 30 fueron dominados por el Calamar, que con la presión de sus delanteros y el ida y vuelta de los mediocampista puso en aprietos al Canalla. Y por eso no sorprendió el gol tempranero de Tissera.

Central arrancó dormido, mal parado y no la pasó bien. Fue un equipo largo, con fallas en el medio y con los atacantes quedando muy lejos del resto. Así no le fue fácil crearle peligro a Ojeda.

Sin embargo, el Kily ajustó desde el banco a puro grito algunas cuestiones, el equipo se adelantó y poco a poco empezó a llegar. Así, lo tuvo Zabala con un zurdazo apenas desviado y a los 30 llegó la igualdad: Ojeda la peleó en la medialuna, el balón quedó picando en el punto del penal y apareció el olfato goleador de Gamba para inflar la red del local.

La imagen del fin fue con Central presionando y llegando, acercándose cada vez más y siendo otro equipo en relación al que arrancó el juego.

Poco y nada pasó en el segundo tiempo. El encuentro se hizo chato, anodino, con escasas llegadas y mucha fricción en el medio. Así, las situaciones pasaron lejos de ambos arcos.

Platense tuvo una clara en el inicio mismo de la mano de Curuchet, pero ganó Broun en el duelo.

Central, por su parte, siguió con escasas ideas en la gestación, como extrañando y demasiado a Vecchio, quien ingresó para jugar el tramo final. Sin embargo, el «10» cuando tocó el balón marcó la diferencia, aunque esta vez los intérpretes que lo acompañaron tocaron otra sinfonía.

El envión de la agónica victoria frente a Patronato no alcanzó. Central volvió a ser más de lo mismo y debió conformarse con un punto que no lo conforma en su pelea por ingresar a la Copa Sudamericana. El Canalla no jugó bien, pero por lo menos sumó.