La especialista en derechos humanos del organismo explicó que los Estados no respetan, no protegen ni cumplen con el derecho igualitario a la libertad de opinión y expresión
La relatora especial sobre la promoción y protección de la libertad de opinión y expresión de Naciones Unidas, Irene Khan, afirmó hoy que “los Estados no respetan ni protegen el derecho de las mujeres a la libre opinión y expresión” y que “las voces femeninas son reprimidas o castigadas por leyes, políticas y prácticas discriminatorias”.
Khan también denunció los ataques a las defensoras de las garantías fundamentales de las mujeres.
“La censura de género está muy extendida. Muchas mujeres o personas de género no conforme carecen de libertad para expresarse, y sus voces son controladas o castigadas por leyes, políticas y prácticas discriminatorias e implícitamente por actitudes sociales, normas culturales y valores patriarcales”, explicó la relatora en un informe sobre justicia de género y libertad de expresión.
Según el reporte, Khan indicó que la violencia de género, el discurso de odio y la desinformación se están utilizando en las redes así como en la vida cotidiana para suprimir la opinión de las mujeres.
“El sexismo y la misoginia, factores dominantes en la censura de género, se agudizaron con el surgimiento de fuerzas populistas, autoritarias y fundamentalistas en todo el mundo”, alertó.
La experta en derechos humanos explicó que los Estados no respetan, ni protegen ni cumplen con el derecho igualitario a la libertad de opinión y expresión.
“La censura de género es tan generalizada que la igualdad de género en la libertad de expresión sigue siendo un objetivo lejano”, se lamentó.
Khan explicó que con el pretexto de proteger la moral pública, los grupos fundamentalistas vigilan y los gobiernos de algunos países censuran y penalizan el comportamiento social en línea (en redes y aplicaciones) de las mujeres jóvenes y las personas que no se ajustan al género, sobre todo si pertenecen a grupos marginados.
“La oleada de violencia, discurso de odio y desinformación en línea suele llevar a las mujeres (también) a autocensurarse, limitar lo que publican o abandonar las plataformas”, se detalló en el informe.
Respecto a las mujeres periodistas, políticas, defensoras de los derechos humanos y activistas feministas, el estudio registró ataques en línea coordinados para intimidarlas, silenciarlas y expulsarlas de las redes sociales o de la vida pública.
También se detalló que estas mujeres sufren actos y amenazas de violencia física y psicológica, “incluidas amenazas de muerte y violación, por expresarse o simplemente por ser mujeres que desempeñan un papel de liderazgo”.
Frente a esta realidad, el documento destacó la obligación de los Estados de respetar la libertad de opinión y de expresión, así como eliminar las barreras estructurales y sistémicas que impiden la igualdad, como la violencia sexual y de género.
La experta urgió a los Estados y a las empresas de redes sociales a garantizar que los espacios digitales sean seguros para todas las mujeres y las personas no binarias, y que lo contextualicen dentro del marco del derecho internacional de los derechos humanos.
“La justicia de género requiere no sólo el fin de la interferencia ilícita en la libertad de opinión y expresión de las mujeres, sino también la creación de un entorno propicio en el que puedan ejercerlas y participar de manera segura, plena e igualitaria en la vida política, social, cultural y económica”, concluyó Khan.