Las distintas alianzas de centroizquierda lograron el triunfo en 13 de las 20 ciudades grandes, en una jornada de escasa participación electoral
(Por Hernán Reyes, corresponsal Télam)
La centroizquierda italiana, liderada por el Partido Democrático (PD), logró este lunes los Gobiernos de Roma y Turín en una jornada de balotajes en 65 comunas marcada por la baja participación en las urnas y que refuerza al sector de cara a las elecciones generales de 2023.
El ex ministro de Economía Roberto Gualtieri, del PD, se convirtió en el próximo alcalde de la capital italiana al vencer por 60,13% a 39,87% al abogado Enrico Michetti, que se presentó a la cabeza de una alianza de las principales fuerzas de centroderecha y derecha del país, según datos oficiales con el 99% de las mesas escrutadas.
Si bien Michetti se había impuesto en el primer turno hace 15 días, Gualtieri llegó al triunfo tras logar el apoyo para el balotaje de los otros candidatos de centroizquierda que habían quedado fuera de la segunda vuelta, entre ellos la actual alcaldesa Virginia Raggi, del Movimiento Cinco Estrellas.
«Seré el alcalde de toda la ciudad. Empieza un trabajo de extraordinaria intensidad para relanzar Roma y hacerla funcionar mejor, hacerla crecer», planteó Gualtieri, de 55 años, apenas las primeras tendencias confirmaron su triunfo.
«Empezaremos por la limpieza de la ciudad, pero hay muchas cosas en las que trabajar al mismo tiempo»; agregó el actual diputado, al referirse al que fue uno de los principales temas de la campaña, a partir de la mala gestión de Raggi en la recolección de residuos, que llegó a los medios de todo el mundo con las invasiones de jabalíes en las calles romanas en busca de comida.
Si bien Gualtieri, exministro de Economía del país entre mediados de 2019 e inicios de este año, compitió con el sello del PD, fueron clave para dar vuelta el resultado del primer turno los apoyos de las otras fuerzas que integran el Gobierno nacional de Mario Draghi, como el Movimiento Cinco Estrellas e Italia Viva.
«Este voto refuerza al Gobierno Draghi, que está haciendo bien la cosas y a quien le pedimos que siga en su cargo por toda la duración de la legislatura», planteó en tanto el secretario general del PD, Enrico Letta, al reclamar la permanencia del premier hasta las próximas elecciones, previstas para marzo de 2023.
La baja participación en las elecciones, que llegó al 43.94% frente al 52.67% del primer turno electoral y al 50,52% del balotaje de 2016, fue uno de los factores por los que, según la consultora YouTrend, Michetti no pudo conservar la ventaja de hace 15 días, ya que los sectores periféricos de la capital, bastión de la centroderecha, fueron de los menos movilizados para votar.
Michetti, propuesto por la opositora a nivel nacional Hermanos de Italia, fue acusado de antisemitismo a raíz de un artículo del año pasado en el que afirmaba que existía un «lobby» judío «capaz de decidir el destino del planeta».
Para su candidatura, Michetti consiguió además el apoyo de las otras dos fuerzas de centroderecha con presencia nacional pero que forman parte del Ejecutivo de Draghi, Fuerza Italia, de Silvio Berlusconi, y la Liga, de Matteo Salvini.
Durante la pandemia, Michetti sugirió utilizar el saludo romano con un brazo en alto, como en el fascismo, ya que, según él, era más higiénico, en otro punto polémico de su campaña.
Las elecciones de este fin de semana se dieron además justo después de la masiva movilización por la que el sábado centenares de miles de personas marcharon en toda Italia para repudiar a las fuerzas de extrema derecha que hace una semana quisieron asaltar el Palacio de Gobierno en medio de una manifestación antivacunas.
Salvini, aislado dentro del Gobierno con su postura, tachó la manifestación contra la extrema derecha del sábado como una estrategia electoral de la izquierda.
Además de Roma, la centroizquierda se impuso en la norteña Turín, en donde Stefano Lo Russo alcanzó el 59,23% de los votos frente al 40,77% del candidato de la centroderecha unida, Paolo Damilano.
Como la capital italiana, Turín está gobernada por una alcaldesa del Cinco Estrellas, Chiara Appendino, que no se presentó a la reelección tras una gestión marcada por polémicas y la condena que sufrió a un año y seis meses de cárcel, sin cumplimiento efectivo, por una estampida en la plaza central de la ciudad que en 2017 provocó la muerte de dos personas.
En ese marco, el canciller italiano y líder del Cinco Estrellas, Luigi Di Maio, agradeció las gestiones de Raggi y Appendino y convocó a las fuerzas de centroizquierda a «remar en la misma dirección».
Con las victorias en Roma y Turín, las fuerzas de centroizquierda consiguieron las cinco ciudades más importantes del país en juego en esta elección, tras los triunfos que obtuvieron en primera vuelta en Milán, Nápoles y Bolonia y que le permitieron retener los Gobiernos locales.
La centroderecha solo alcanzó a retener la norteña Trieste, convertida en las últimas horas en el polo antivacuans del país, a raíz de las masivas manifestaciones contra el pase verde sanitario que impulsa Draghi y de los bloqueos de trabajadores al puerto de la ciudad, el mayor del país, en rechazo a la política sanitaria nacional.
A nivel nacional, las distintas alianzas de centroizquierda lograron el triunfo en 13 de las 20 ciudades grandes que elegían autoridades este fin de semana, aunque la centroderecha continúa con el Gobierno de 15 de las 20 regiones del país.