Política y Economía

El Gobierno manifestó su absoluta decisión de alcanzar con el FMI un acuerdo sustentable


"Nuestra decisión de encontrar un rápido acuerdo, con el FMI, es absoluta. Pero un rápido acuerdo no puede conducirnos a un mal acuerdo, son dos cosas distintas", expresó Fernández.

El Gobierno nacional manifestó ante empresarios e inversores su «absoluta» decisión de «encontrar un rápido acuerdo» con el Fondo Monetario Internacional (FMI), aunque dejando en claro que el mismo debe cumplir con la premisa de hacer crecer el país.

Al referirse al Fondo en el cierre del 57mo. Coloquio de IDEA que se realizó ayer, el presidente Alberto Fernández coronó con su discurso las gestiones de la semana del gobierno argentino en los Estados Unidos, en relación con las negociaciones entre la Argentina y la entidad.

«Nuestra decisión de encontrar un rápido acuerdo, con el FMI, es absoluta. Pero un rápido acuerdo no puede conducirnos a un mal acuerdo, son dos cosas distintas», expresó Fernández.

Al respecto, continuó: «Vamos a seguir discutiendo hasta que estemos seguros que tendremos los recursos necesarios para poner de pie la economía argentina y garantizar el trabajo en nuestro pueblo. Sólo a partir de allí, comenzaremos a hacer frente a las obligaciones que hemos heredado», se explayó el primer mandatario argentino.

Más temprano, el jefe de Gabinete, Juan Manzur, se encontraba en Nueva York junto con el ministro de Economía, Martín Guzmán, en un encuentro con inversores a quienes les comunicó que «un acuerdo positivo con el FMI es una prioridad nacional que involucra a todos los sectores de la sociedad argentina».

Al salir del encuentro, Manzur expresó ante la prensa: «Les hemos manifestado central y puntualmente la decisión política y la voluntad del Gobierno argentino de acordar con el FMI. Obviamente en los términos que no impliquen obstruir el desarrollo de la Argentina», afirmó el funcionario ante periodistas, en la misma línea del presidente Fernández.

En tanto que el embajador argentino en Washington, Jorge Argüello, quien acompañó a los funcionarios argentinos, remarcó que la actitud de la delegación demuestra «la decisión de un Gobierno completo para avanzar en un acuerdo sustentable y sostenible con el FMI».

Manzur se unió a Guzmán en el último evento oficial programado en los Estados Unidos, en una semana donde el ministro de Economía participó de la Asamblea Anual conjunta del FMI y del Banco Mundial, así como de la cumbre de ministros del G20 y mantuvo relaciones bilaterales, y se reunió con el staff del Fondo para avanzar con las negociaciones para un acuerdo con el organismo multilateral.

Se trató de una semana en la cual ambas partes se mostraron alineadas en la idea de alcanzar un acuerdo sensato.

En ese sentido, la titular del FMI, Kristalina Georgieva, aseguró que el organismo multilateral trabaja con la Argentina en la elaboración de un nuevo programa, que sea «creíble y útil» para el país, de manera que «permita inducir el crecimiento y el empleo».

Durante una conferencia de prensa que ofreció en Washington en el marco previo de la Asamblea Anual conjunta del Fondo y del Banco Mundial, Georgieva aseguró que «el trabajo se apoya para encontrar una senda para que Argentina pueda tener políticas firmes para inducir el crecimiento privado, generar empleo genuino y focalizar el gasto público», expresó el día después del encuentro cara a cara con Guzmán.

Tras concluir la reunión con Georgieva, Guzmán tildó de «valioso» el encuentro y se esperanzó en que «su conducción siga dando pasos que cambien el ethos (conducta) del FMI, dejando atrás aquel moldeado por el poder financiero global que contribuyó a un mundo más desigual e inseguro por otro que favorezca un desarrollo sustentable de los pueblos. Seguiremos ayudando a ello», agregó a través de las redes sociales.

También el ministro argentino se reunió con David Lipton, ex negociador del programa anterior con Mauricio Macri cuando era el segundo del FMI y que hoy es la actual mano derecha de la secretaria del Tesoro de EEUU, Janet Yellen.

Estados Unidos es el principal accionista en el FMI, con una participación de 17% de la cuota.

La lista de encuentros bilaterales sumó a Indonesia, Rusia, India y Arabia Saudita, la primera ministra de Barbados y la directora de la Secretaría del G-24, Marilou Uy, un foro de países emergentes que pidió hace unos 10 días la revisión de los sobrecargos en los préstamos del Fondo, en el contexto de la pandemia.

Este tema fue discutido esta semana en la cumbre de ministros de Finanzas del G20, que apoyó su revisión; y por el Comité Monetario y Financiero del FMI, cuyos miembros instaron al organismo a avanzar en esa dirección, aunque no se habló de plazos.

El comunicado del G20, que luego replicó el FMI, expresaba: «Agradecemos al FMI su actualización sobre la política de recargos y esperamos un análisis más detallado en el Directorio Ejecutivo del FMI, en el contexto de la revisión intermedia de los saldos precautorios», expresó el Comité asesor de la Junta de Gobernadores del organismo.

Si bien el Comité fue explícito en lo que respecta al tiempo que puede llevar esta revisión, la luz verde es una buena noticia para la Argentina en el contexto de la negociación de un nuevo programa para refinanciar la deuda de US$ 44.000 millones contraída por la gestión anterior.

También el Comité asesor apoyó «los esfuerzos del FMI para buscar opciones para la canalización voluntaria de DEG (Derechos Especiales de Giro) de miembros con posiciones externas sólidas, de acuerdo con sus procesos internos, en beneficio de los países de ingresos bajos y medios vulnerables».

Entre los aspectos concretos de esta iniciativa, el Comité apoyó «el establecimiento de un Fideicomiso de Resiliencia y Sostenibilidad (RST) en el FMI, para proporcionar financiamiento asequible a largo plazo para ayudar a los países que emprenden reformas macrocríticas para reducir los riesgos para la estabilidad prospectiva de la balanza de pagos, incluidos los relacionados con el cambio climático y las pandemias».

Este fondo sería el mecanismo que utilizará el organismo para distribuir los DEG desde países que no lo necesitan a aquellos que sí lo precisan, aunque aún falta avanzar en la modalidad del Fondo y en quiénes terminarán accediendo a esos recursos.