"La red eléctrica ha vuelto a funcionar con normalidad", anunció el ministro de Energía, Walid Fayad
La red eléctrica de Líbano fue restablecida hoy tras el apagón sufrido ayer después de que las dos principales plantas energéticas del país se quedaran sin combustible.
«La red eléctrica ha vuelto a funcionar con normalidad», anunció el ministro de Energía, Walid Fayad, en un comunicado recogido por la agencia de noticias estatal NNA.
Aunque las autoridades esperaban recuperar el servicio el lunes, la intervención del Ejército -que durante las últimas semanas actuó como distribuidor de combustible en el país- aceleró los procedimientos.
Fayad agradeció tanto a los militares como a la eléctrica estatal EdL la «rápida respuesta a la reconexión la red eléctrica» tras la entrega, por parte de los militares, de 600.000 litros de gasoil, repartido entre las centrales afectadas de Deir Amar y Al Zahrani, procedentes de las reservas del Ejército libanés.
El ministro aseguró a los ciudadanos que «la red ha vuelto a su funcionamiento normal, de acuerdo con su estado anterior antes de que se agotara el gasoil en las plantas» y dijo que «en menos de una hora, ambas alcanzarán su capacidad máxima disponible en la red», informó NNA.
Además, Fayad anunció que el Gobierno logró del Banco Central 100 millones de dólares adicionales para la importación de combustible «lo que ayudaría a elevar las horas de suministro de energía a fin de mes».
El ministro aseguró que «continuará sus esfuerzos desde que asumió sus funciones en el Ministerio de Energía y Agua con toda determinación y voluntad para asegurar lo mejor para el pueblo libanés».
En medio de una de las peores crisis económicas de su historia moderna, el pueblo libanés se vio afectado por el empeoramiento de la escasez de combustible durante los últimos meses.
La mayoría de la población depende de generadores privados para obtener energía.
Agravada por la inercia de los políticos, el país lleva un año sin poder formar un nuevo Gobierno.
Ya en mayo, EdL suspendió el suministro de sus centrales eléctricas flotantes durante más de un mes y anticipó que el país podría quedarse sin electricidad.
Indexada respecto a la moneda estadounidense desde 1997 a un tipo de cambio de 1.507 libras libanesas por dólar, la divisa nacional se desplomó, y la norteamericana cotiza actualmente a más de 20.000 libras en el mercado negro.
En julio, el Gobierno decidió subvencionar las importaciones de combustible a un tipo de 3.900 libras por dólar, lo que hizo aumentar los precios en un 30%.
Países como Irán se comprometieron a seguir suministrando combustible a Líbano para paliar los efectos de la crisis, pero la nación árabe sufrió un golpe prácticamente irreparable el 1 de octubre cuando compañía turca Karpowership anunció el fin de sus operaciones de suministro de electricidad a Líbano al terminar su contrato con la EdL.