Por Enrique Genovar
Por Enrique Genovar
Central empató en La Plata. Y el resultado por el empate agónico del local dejó un sabor amargo. Claro que si se analiza cómo fue el desarrollo del partido, ese sabor cambia. Y ni hablar si se recuerda con qué armas llegaba el Canalla al juego ante el Pincha.
El equipo del Kily no pudo sostener la ventaja y dividió puntos en la última jugada del partido. Frente a Estudiantes, Central cortó una racha de dos derrotas en fila y se trajo un punto de su excursión a la capital de la provincia de Buenos Aires.
Un partido de igual a igual, ese fue el juego que hizo el Canalla a pesar de no contar con varios de los habituales titulares y con ausencias de los primeros cambios en dos de sus líneas. Central jugó siempre con el overol puesto y no dio nunca el brazo a torcer. Tuvo al juvenil Gino Infantino como figura y a un Jorge Broun que ratificó el buen presente que está teniendo en el arco auriazul.
En la primera parte no la pasó bien. Lo pelotearon mucho, así y todo logró ponerse arriba en el marcador por la definición de Infantino y por Ruben que desde el suelo le cedió la bocha. Pero el local fue y fue y en una pelota parada (uno de los grandes déficits del equipo del Kily) encontró en la segunda jugada el tanto de la igualdad.
Para el complemento, la cosa varió. Central no fue tan asediado y con un muy buen gesto técnico de Infantino se puso arriba en el marcador. Pero otra vez se hicieron presente los problemas crónicos que tiene el equipo y en la última jugada del encuentro (pelotazo cruzado y cabezazo rival) le empataron el partido.
Sacar un punto ante Estudiantes nunca es mal negocio. Pero sin dudas quedará por un largo rato el sabor amargo por cómo al Canalla le sacaron los tres puntos que tenía casi asegurados. Un presente, más allá del resultado ante el Pincha, no bueno. Un equipo que no se puede dar el lujo de jugar sin tres titulares indiscutidos como son Ávila, Vecchio y Gamba. Una actualidad que marca que el viernes que viene se deberá imponer ante Patronato para que el futuro no se vuelva sombrío.