"Desde hace muchos años hay evidencia suficiente que marca que el alcohol es una de las principales causas de siniestros viales que terminan con muertes", dijo el titular de la ANSV
Pablo Martínez Carignano, director ejecutivo de la Agencia Nacional de seguridad Vial (ANSV), consideró «imperioso» que el Congreso Nacional debata el proyecto de ley de «Alcohol cero», presentado en abril pasado, y aseguró que es necesario que el Estado «baje un mensaje claro (a la sociedad): si vas a manejar, no tomés».
El funcionario explicó que «desde hace muchos años, en todo el mundo y en la Argentina también, hay evidencia suficiente que marca que el alcohol es una de las principales causas de siniestros viales que terminan con muertes».
A consecuencia de ello, dijo, varios países de la región como Brasil, Uruguay y Paraguay «han impuesto alcohol cero al conductor y Chile 0,3 (de límite)».
En ese sentido, durante una entrevista con Télam Martínez Carignano remarcó que en la Argentina «estamos atrasados, con una norma vieja (en vigencia). El mensaje que da el Estado es que uno puede tomar un poco, que puede manejarlo, puede controlar el alcohol y esto la realidad lo desmiente».
El proyecto Alcohol cero es una iniciativa impulsada por el Ministerio de Transporte y propone que «ninguna persona pueda conducir cualquier tipo de vehículo con motor dentro del territorio nacional con una concentración de alcohol en sangre superior a cero».
La iniciativa fue presentada en abril por el entonces titular de la cartera de Transporte de la Nación, Mario Meoni, y el presidente de la Cámara de Diputados, Sergio Massa.
En esa oportunidad, Meoni advirtió: «El consumo de alcohol antes de conducir incrementa mucho las posibilidades de producir siniestros fatales, por eso como sociedad debemos darnos la oportunidad de debatir esta ley de alcohol cero al volante, que tiene el potencial de salvar muchas vidas, sobre todo entre los más jóvenes».
Mientras se espera el debate parlamentario, la normativa de alcohol cero al volante ya se encuentra vigente en siete provincias: Córdoba, Salta, Tucumán, Entre Ríos, Jujuy, Río Negro y Santa Cruz, y también en ciudades como Santa Fe, Rosario y Mar del Plata y en varias localidades bonaerenses como Moreno, Tigre, General Rodríguez, Ezeiza y Ramallo.
Según las estadísticas relevadas por el Observatorio Nacional de Seguridad Vial (ONSV), citadas por Martínez Carignano, en los distritos donde la tolerancia de alcohol al volante es cero «en los controles los resultados son mejores».
«No estamos buscando ley seca, ni abstinencia, ni lucha contra el alcohol, ni nada por el estilo. Solo estamos buscando que el Estado baje un mensaje claro: si vas a manejar no tomes, se refiere únicamente al conductor», enfatizó el funcionario.
El proyecto de ley que presentó la ANSV fue elaborado por el propio organismo, junto con asociaciones de víctimas que integran el comité consultivo, el Ministerio de Salud y el Sedronar. «Entre todos hemos juntado evidencia, datos internaciones que hacen imperioso que esto se debata», agregó Martínez Carignano.
El funcionario hizo hincapié en la importancia de que la normativa pueda debatirse en el recinto y también en la sociedad argentina.
«Puede haber opiniones encontradas, gente que no esté de acuerdo, especialmente provincias vitivinícolas, pero algo tan central, nodal, como lo es la forma en la que nos vamos a mover los argentinos y las argentinas no puede estar en manos de un solo especialista en seguridad vial, ni de un funcionario», apuntó.
Y agregó: «Por eso tiene que tratarse en el Congreso y ser la sociedad la que debata si quiere un país en el que alcohol y conducción estén totalmente disociados o quieren seguir como hasta ahora donde con la falsa creencia que el alcohol se puede controlar estamos como estamos».
Los siniestros viales son los responsables de la principal causa de muerte en personas menores de 35 años, es por ello que el titular de la ANSV consideró fundamental «que se empiece a hablar más de la seguridad vial» y apuntó que esta situación «va a empezar a mejorar si se empieza a charlar, si se convierte en un tema cotidiano».
En ese sentido, aseguró que muchas veces los siniestros viales que causan muertes o heridas de gravedad «son naturalizados» y que muchas personas los consideran como «un accidente, cosas que pasan o mala suerte» y «no es así» y reiteró la necesidad de «instalar el tema» y que para eso «hay que trabajar en la comunicación, en la educación, en que forme parte de la agenda».
La pandemia por coronavirus generó, en una primera instancia, una fuerte restricción en la circulación, dado que sólo los trabajadores considerados esenciales o personas por situaciones «de fuerza mayor» podían trasladarse a más de 500 metros de sus casas, esto generó una baja histórica en los siniestros viales.
«A menor circulación, menor número de siniestros. Esto hizo que los ministerios de salud de las provincias y el de la Nación dijeran: tenemos camas de terapia vacías porque no hay gente que sufrió un accidente vial, lo que muestra que la seguridad vial es una cuestión de salud pública», agregó Martínez Carignano.
Asimismo, precisó que «este año la circulación está casi igual que en 2019, pero tenemos números mucho más bajos» y es que en los primeros seis meses de 2021 se registró el número más bajo de siniestros viales de los últimos 13 años, sin tener en cuenta el 2020 por las restricciones en la circulación.
«Por supuesto que es sólo una foto, no podemos decir que ya está resuelto, hay que seguir trabajando hasta que (este descenso) no sea algo extraordinario, sino una constante», sentenció el funcionario y detalló algunas de las acciones que se están llevando a cabo como los «controles de alcoholemia en las distintas provincias, la entrega de 15 mil cascos con información para impulsar su uso».
«La pandemia nos enseñó que un barbijo nos puede salvarte la vida, depende de uno. Entonces, si vas a subirte a una moto, que sea con casco; si vas a subirte a un auto, camión o camioneta no tomes alcohol, respetá la velocidad y ponete el cinturón; con esas cuatro cosas vamos a mejorar», concluyó el funcionario.