El veterano director fue galardonado y ovacionado por sus pares. Pero fue una noche triste para los argentinos, ya que no se llevaron ningún premio
«El olvido que seremos», cinta colombiana dirigida por el reconocido cineasta español Fernando Trueba basada en la novela homónima escrita por el hijo del médico y líder social Héctor Abad Gómez, fue la gran ganadora de 8va. edición de los Premios Platino que se realizaron esta noche en la ciudad de Madrid, tras obtener cinco importantes galardones de los once a los que había sido nominada.
Luego de triunfar en las categorías de Guion (para David Trueba, el hermano del realizador), Dirección de arte, Interpretación masculina (para el actor español Javier Cámara) y Dirección, la cinta se alzó con el máximo lauro de la velada como la Mejor ficción iberoamericana de este año.
Al subir al escenario del Ifema Palacio Municipal para recibir su estatuilla, Fernando Trueba aseguró: «No estaría aquí si Héctor Abad Faciolince no hubiera escrito ese libro maravilloso por el cual todos hemos hecho esta película».
«Quisiera darle las gracias a él y hacerlo doblemente, porque creo que todo el equipo increíble que ha trabajado en esta película y también quienes no eran colombianos, lo ha hecho motivado de una manera excepcional, porque el libro produce eso en la gente, todos querían dar lo mejor de sí mismos», agregó.
La cinta, atravesada por una casi obvia corrección política, retrata acaso tangencialmente el complejo y sanguinario contexto que rodeó el crimen que terminó con la vida del médico, un pionero en materia de vacunación y sanitarismo en las zonas más empobrecidas de Medellín y sus alrededores, y hace foco principalmente en las memorias del autor sobre su familia y su padre.
En tanto, «La Llorona», cinta guatemalteca de Jayro Bustamente que competía cabeza a cabeza con «El olvido que seremos» gracias a sus sendas once nominaciones, se retiró de los Platino con tres estatuillas en su haber, correspondientes a los rubros técnicos de Fotografía, Sonido y Montaje.
Por su parte, las categorías interpretativas en cine -anunciada en la ceremonia por una tríada de presentadores de la que fue parte el argentino Oscar Martínez- tuvieron además de al mencionado Cámara en la rama masculina un premio a la actriz Candela Peña por su protagónico en «La boda de Rosa», de la española Icíar Bollaín.
La segunda mitad del evento conducido por la intérprete colombiano-española Juana Acosta y su colega mexicano Luis Gerardo Méndez comenzó con la entrega oficial del Premio de Honor para el actor, director y productor mexicano Diego Luna por su trayectoria y como representante latino del cine y la televisión en el mundo.
«Nos toca replanteárnoslo todo, sería una pena regresar a donde estábamos y no aprovechar la oportunidad que tenemos, que estos momentos tan complejos nos trae, porque sería como un suicidio colectivo», dijo el intérprete sobre el contexto mundial y sanitario signado por la pandemia de coronavirus desde marzo del año pasado.
Por momentos empleando -de una forma sorpresiva pero bienvenida para los tiempos que corren- el lenguaje inclusivo, consideró que de cara al futuro «hay que vivir con mayor empatía y curiosidad por las otras, los otros y les otres, es una responsabilidad que toca además lo más íntimo y lo más privado, y que debe acompañarnos en lo profesional».
«No basta con sentarnos una vez al año y festejar nuestros proyectos, hay que pensar en bloque y recordar que la colaboración entre todes solo nos fortalece», concluyó.
Con pasajes de un humor algo zonzo a cargo del humorista Leo Harlem y el cineasta y actor cómico español Santiago Segura, la gala -signada por un ritmo veloz, butacas vacías entre los asistentes y discursos breves- contó con presentaciones musicales a cargo de Juan Magán, Pedro Capó, el violinista Ara Malikian, la cantante Becky G., la bailaora Sara Baras y un dúo integrado por Natalia Oreiro y Carlos Baute, quienes interpretaron una versión del clásico «Quizás, quizás, quizás».
Durante las casi tres horas que duró la ceremonia también fueron reconocidas la cinta documental chilena «El agente Topo», de Maite Alberdi, en las categorías de Mejor película documental y de Cine y educación en valores; y la española «Akelarre», del franco-argentino Pablo Agüero, en la terna de Mejor música original, que estuvo presentada por la actriz argentina Martina Gusmán.
El chileno Alfredo Castro («El príncipe»), la española Nathalie Poza («La boda de Rosa»), la cinta hispana «Las niñas», de Pilar Palomero (seleccionada como Mejor ópera prima de ficción iberoamericana); y la película de animación «La gallina Turuleca» (ganadora de esa terna), completan la lista de premiaciones cinematográficas de esta edición.
El terreno de las series, por su lado, fue dominado por la serie vasca «Patria», que triunfó en las cuatro ternas en las que había sido candidateada (Mejor miniserie iberoamericana, Mejor creador para Aitor Gabilondo, Mejor interpretación femenina de reparto para Loreto Mauleón y Mejor interpretación femenina para Elena Irureta), mientras que los actores colombianos Andrés Parra y Christian Tappan fueron premiados por sus interpretaciones en la miniserie «El robo del siglo», disponible en el catálogo de Netflix.
Con un total de once estatuillas a su favor, España fue el país que más galardones obtuvo, seguido por Colombia y Chile, con cuatro cada uno, y Guatemala con tres.
En ese sentido, Argentina, que llegaba con siete candidaturas a la entrega, se fue con las manos vacías: «Crímenes de familia» (a Mejor guion, Mejor interpretación masculina para Miguel Ángel Solá y Mejor interpretación femenina de reparto para Yanina Ávila), Valeria Lois (por «Las siamesas»), Jorge Román (por «Matar a un muerto»), Diego Peretti (por «El robo del siglo») y Rodrigo de la Serna (por «La casa de papel»), no lograron posicionarse como las favoritas en ninguna de sus categorías.
Con un resultado que favoreció ampliamente al país que esta vez -y tras una edición virtual obligada en 2020 por la pandemia de coronavirus- albergó los premios que se encaminan a la década de existencia, los Platino celebraron así a una industria que apuesta por su crecimiento y unión. Pese a las dificultades esperables de la época, y con una transmisión a tono con los galardones internacionales que cada vez luchan más por atraer a los televidentes, pueden decir «misión cumplida».