Por Enrique Genovar
Central perdió y sumó su segunda en fila. Y de esta manera se alejó de la clasificación a la Sudamericana 2022 y no le pudo regalar a los hinchas, que regresaron después de 581 días una victoria. El rendimiento del equipo del Kily González estuvo lejos de ser el ideal y otra vez Broun, fue el mejor hombre canalla, toda una muestra del momento que está atravesando.
Solamente pudo imponer condiciones en los primeros diez minutos, muy poco. El resto fue todo de Argentinos, salvo un tramo del segundo tiempo donde empujado por el público Central llevó por delante al rival. Poco. Poquito hizo en toda la tarde y ni hablar luego que se quedó con diez por la expulsión de Nicolás Ferreyra.
Una de las cuestiones que llamó la atención es el no ingreso de Ricardo Garay. Es que el entrenador decidió darle la responsabilidad, con uno menos y en desventaja en el marcador, al juvenil Julio Luques y retroceder a Ojeda; hizo dos cambios en uno. Seguramente el paraguayo no debe convencer al entrenador en la semana, pero si no entró ante el Bicho resulta poco probable que vuelva a jugar. Claro que el error está en que si no convence ni siquiera tendría que ir al banco de suplentes…
Con la derrota Central se alejó de la clasificación a la Sudamericana. Pero más allá de esto, la caída agudiza aún más los problemas crónicos que tiene el equipo; ya sea para generar fútbol y en el sistema defensivo.
No hay dudas de que este equipo extraña y mucho a Ávila, Vecchio y Gamba. Pero para eso está el entrenador. Retroceder en el tiempo hasta el mercado de pases es darse la cabeza contra la pared, se supo apenas terminó la ventana de invierno que el mercado no fue satisfactorio.
Quedan muchas fechas por delante. Pero si no levanta en lo inmediato no solamente se le hará imposible llegar a jugar un torneo internacional, sino que el futuro del Kily, cuyo contrato vence en diciembre, comenzará a tener un signo de interrogación muy grande.