Siembra y Cosecha pone sus esfuerzos en la educación de los niños y vecinos del barrio de la zona oeste. CLG habló con Liliana, presidenta del grupo
Desde hace varios años un grupo de vecinos organizados de Villa Banana trabajan con los niños y niñas de uno de los barrios de la periferia de Rosario. La Asociación Civil Siembra y Cosecha apunta mejorar el futuro de cientos de personas fomentando el trabajo mancomunado, la lectura y la educación. Sin embargo, desde que el coronavirus se puso en el centro de la cotidianidad tuvieron que reconvertir sus acciones, pero nunca corriéndose de su eje. En la institución funciona un comedor y merendero, además se capacita en oficio a los adolescentes y adultos y se forjó una modesta biblioteca abierta al público. Y justamente con la llegada de la nueva normalidad, los referentes de Siembra y Cosecha se dieron cuenta que faltaban libros para seguir apostando al aprendizaje. «Las pocas revistas que teníamos se la llevaron los chicos», dijo Liliana Sánchez, presidenta de la asociación civil ubicada en Rio de Janeiro 2645 y pidió a la comunidad por donaciones de libros y revistas para todas las edades.
«Hace mucho que no pedíamos porque la última vez recibimos bastantes, sin embargo nos dimos cuenta que nos hace falta porque con los dos programas que tenemos para fomentar la lectura, que es un hábito que se perdió, no nos alcanzan», suscribió Sánchez ante CLG.
En la Asociación Civil Siembra y Cosecha funcionan cuatro convenios con la UNR para trabajar sobre niños y niñas de 1º, 2º y 3º grado, además del programa Hippy, impulsados por la Kehilá Rosario y la Amia, donde se capacitan a los padres para que estos le enseñen a sus hijos. «Todas las mamás y papás están muy contentas con los programas, no hay mejores maestros que los padres. A los papás les gusta y emociona verse como primeros maestros», contó la mujer.
Quienes estén interesados en ayudar a la Asociación Civil pueden acercarse a la misma sede de lunes a viernes o comunicarse al 3413813269 y hablar con Liliana.
Si bien los programas están apuntados a la infancia, Liliana contó que el pedido de libros para todas las edades se debe a que en tiempos de pandemia la asociación civil abarcó a más de 20 adultos mayores que también se apoyan en la biblioteca y leen «un libro por semana», reveló y agregó con gracia: «Los acostumbramos a leer libros».
Sánchez también se refirió a la actividad que desde la biblioteca realizan abierta al barrio: «Una vez a la semana sacamos los libros a la calle y la gente se lleva, es parte de un plan que llevamos adelante durante la pandemia para contener un poco a los chicos». En tiempos pre pandemia quienes se llevaban libros debían devolverlos, como toda biblioteca, pero como parte de un protocolo especial decidieron que cada libro dado quedaba en la familia a la espera de que todo se normalice.
La biblioteca se comprende de alrededor de 80 familias y Siembra y Cosecha no duda en «fomentar la lectura, porque los chicos no iban a la escuela podían llegar acá y leer».
La idea de Siembra y Cosecha, según afirmó Sánchez, es «crear hábitos» y desde la comisión directiva se preguntaron «cómo crearle un hábito al niño si los padres no lo tienen», por eso también fijaron posición sobre los adultos y con «pequeñas capacitaciones» para que estos le enseñen a sus hijos: «Los padres son transformados, toman hábitos y son capacitados en oficios», remarcó Liliana y dio el ejemplo de un grupo de mujeres que se especializaron en carpitenría y ya adquirieron sus primeras herramientas.