Un diagnóstico temprano y un acceso a tratamiento son las claves para aumentar las tasas de sobrevida de las pacientes
La incidencia de cáncer de mama en América Latina y el Caribe para 2020, fue de 210.100 nuevos casos y se registraron 57.984 fallecimientos, de acuerdo con el Observatorio Mundial del Cáncer, Globocan, por lo cual un diagnóstico temprano y un acceso a tratamiento son las claves para aumentar las tasas de sobrevida de las pacientes.
El gran reto de América Latina es reducir los tiempos de diagnóstico en cáncer de mama y cáncer de mama avanzado, según se desprendió del Seminario Regional para periodistas, realizado los días 29 y 30 de septiembre y del que participó NA.
«No está claro cómo la pandemia ha afectado a quienes luchan contra otras enfermedades graves como el cáncer de mama, lo cierto es que esta patología sigue siendo la segunda causa de muerte por cáncer en América Latina y el Caribe», señaló Carlos Murillo.
Murillo, quien es presidente de Pfizer en América Latina, indicó que la pandemia de Covid-19 tuvo un impacto considerable en el abordaje temprano del cáncer de mama y del cáncer de mama avanzado, a la vez que la detección y las decisiones terapéuticas tardías contribuyeron a un empeoramiento de la enfermedad, lo que disminuye las posibilidades de recuperación y la tasa de supervivencia.
Por esta razón, Murillo explicó: «Hemos impulsado acciones para medir el impacto de la pandemia a nivel regional sobre el cáncer de mama avanzado, para comprender los programas que los países tienen en la materia y organizar debates informados con gobiernos que contribuyan a mejorar las condiciones de diagnóstico y acceso a opciones terapéuticas oportunas, para muchas mujeres que están en la plenitud de su vida y a las cuales no debemos, por ningún motivo, dejar atrás».
Por su parte, el doctor Luis Alberto Suárez, director médico de oncología para América Latina de la citada empresa, señaló la inminente necesidad de atender los requerimientos que son evidentes en las mujeres de la región, pues entre el 6% y 10% son diagnosticadas en etapa tardía. Suárez destacó que desde 2015 se implementó la campaña regional «Cada Minuto Cuenta» con el objetivo de alertar sobre el sentido de urgencia alrededor de este tema.
Esta campaña impulsa cinco medidas para cerrar las brechas de detección y tratamiento oportunos:
- Duplicar la supervivencia global media para el 2025.
- Contar con un sistema de información epidemiológico robusto y confiable que permita tener datos precisos para mejorar los resultados de salud.
- Maximizar la calidad de vida en la práctica clínica.
- Aumentar la disponibilidad y el acceso a la atención multidisciplinaria.
- Integrar tecnológicas de educación y capacitación para el correcto abordaje de esta patología.
En tanto, María Isabella Grueso, directora de Asuntos Públicos de Oncología de la citada empresa, mencionó que, en octubre de 2020, Pfizer y 34 líderes de organizaciones de pacientes sobre cáncer de mama, se reunieron virtualmente en el primer Global Breast Cancer Impact Summit para desarrollar una lista de 81 soluciones viables, destinadas a la resolución de problemas en torno a prioridades clave, en las áreas de investigación, política pública, programas de soporte a pacientes e impacto del Covid-19 en la comunidad mundial de cáncer de mama.
Adicionalmente, la empresa apoyó un estudio reciente con una radiografía de los retos y oportunidades que existen en 10 países de la región: Brasil, Chile, Argentina, Colombia, México, Perú, Costa Rica, Ecuador, Panamá y Guatemala; así como un análisis de indicadores clave (Wise Score Card) para conocer información para periodistas especializados en salud, los progresos de cada uno de ellos en la formulación y puesta en marcha de políticas públicas con el fin de contribuir a la toma de decisiones intersectoriales que beneficien a las pacientes y sus familias.
El Wise Score Card encontró que los países de la región siguen avanzando, pero aún persisten desafíos por resolver, como la carga económica que el cáncer de mama en etapa tardía representa para los sistemas de salud, pacientes y sus familias, que va más allá de los costos directos al incluir: hospitalizaciones, contratación de cuidadores y salarios perdidos debido a que las mujeres no pueden trabajar ni cuidar de sus hijos.
«Este panorama amerita el trabajo colaborativo entre profesionales de la salud, autoridades del sector público, privado, educativo y ONG, para contribuir a cerrar brechas en temas de diagnóstico, acceso y opciones terapéuticas disponibles», indicó Grueso.
El doctor Luis Alberto Suárez destacó que la compañía trabaja en la medicina de precisión para personalizar la atención médica con tratamientos adaptados a diferentes subtipos de cáncer y a las características de cada paciente, así como el uso de herramientas digitales que empoderan a las mujeres, sus cuidadores y médicos para tomar las mejores decisiones en salud.
«Queremos evitar relacionar al cáncer como una sentencia de muerte. Trabajando juntos podemos hacer una diferencia en la vida de las pacientes y sus familias, convirtiendo las historias de pérdida en historias de esperanza», concluyó Murillo.