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Afirman que la actividad del volcán de La Palma se redujo «notablemente» en las últimas horas


De todos modos, los científicos piden "cautela ante el cambiante escenario tras ocho días de erupción"

La actividad del volcán Cumbre Vieja «se ha reducido notablemente» en las últimas horas y la emisión de lava y cenizas parecen haberse detenido en la isla española de La Palma, en Canarias, informaron autoridades locales.

De todos modos, los científicos piden «cautela ante el cambiante escenario tras ocho días de erupción».

Según consignó la agencia de noticias AFP, durante la mañana de hoy «no se veía ningún flujo viscoso de lava saliendo del volcán, ni tampoco cenizas».

«La actividad se ha reducido notablemente en las últimas horas en La Palma», indicó el Instituto de Geociencias de Madrid, junto a un gráfico que mostraba la caída de la actividad.

En tanto, alertó: «Hay que estar muy vigilantes de su evolución porque el escenario puede cambiar rápidamente».

«En las últimas horas el tremor volcánico ha casi desaparecido, así como la actividad explosiva estromboliana -acción volcánica que alterna erupciones de lava y proyecciones explosivas-«, afirmó por su parte el Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan) en su cuenta oficial.

Y aseveró que, por ahora, «no podía determinar si se trata de una pausa o del final de la erupción», e indicó estar evaluando diferentes escenarios.

Por su parte, las autoridades anoche ordenaron confinar a los habitantes de varios barrios del municipio de Tazacorte para protegerles de la posible llegada al mar de la lava del volcán Cumbre Vieja, que podría emanar gases tóxicos en esta isla atlántica de 85.000 habitantes.

A su vez, informaron que expertos temen los efectos del encuentro del magma ardiente con el agua, que podría generar un choque térmico que derivara en la formación de columnas de vapor de agua cargadas de ácido clorhídrico.

La erupción del Cumbre Vieja no ha dejado víctimas por el momento, pero ha provocado graves daños materiales y forzado a la evacuación de más de 6.000 personas.

Las ardientes coladas de magma gris y naranja destruyeron casi 500 construcciones y la lava cubre ya más de 212 hectáreas, entre ellas numerosas plantaciones de plátanos, de acuerdo a los datos del sistema europeo de medición geoespacial Copernicus.

Las dos erupciones precedentes en La Palma tuvieron lugar en 1949 y 1971, provocando la muerte de tres personas en total, dos de ellas por inhalación de gases.