Los obispos argentinos enviaron este miércoles una carta al papa Francisco en la que expresaron su «adhesión» al pronunciamiento sobre los abusos sexuales perpetrados por sacerdotes y asumieron «el compromiso de asegurar la protección a menores y adultos en situación de vulnerabilidad».
Así lo hicieron los obispos congregados en Buenos Aires en el marco de una nueva reunión de la Comisión Permanente de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), en la que analizaron el mensaje del Papa que repercutió en el mundo entero, tras la publicación de un informe que documenta 300 casos de «sacerdotes depredadores sexuales» en diócesis del estado de Pensilvania y en el que identifica a 1.000 menores como víctimas desde 1940.
«Adherimos y asumimos su irrevocable compromiso para que se asegure la protección de menores y adultos en situación de vulnerabilidad», expresaron los obispos argentinos, al romper el silencio sobre el tema.
En su mensaje, saludaron afectuosamente al Santo Padre y agradecieron su reciente «Carta al Pueblo de Dios», en la que -destacaron- «con sentidas palabras expresa el dolor y la vergüenza de toda la Iglesia y suyo propio por el sufrimiento causado a menores y adultos vulnerables por los abusos sexuales, de poder y de conciencia cometidos por un notable número de clérigos y personas consagradas».
La carta fue firmada por el presidente de la Conferencia Episcopal Argentina y obispo de San Isidro, monseñor Oscar Vicente Ojea y el secretario general y obispo de Chascomús, monseñor Carlos Malfa en el marco de la cumbre, de la que había participado este martes el nuncio apostólico, León Kalenga Badikebele.