"No quiero faltarle el respeto a nadie, soy respetuoso de todas las creencia y también de las mías", expresó el flamante titular de la cartera educativa
El nuevo ministro de Educación, Jaime Perczyk, aclaró este jueves que no quiso «faltarle el respeto a nadie» al haber corrido la Biblia que estaba sobre la mesa durante su jura en Casa Rosada ante el presidente Alberto Fernández y pidió disculpas al respecto.
Tras días después, el funcionario pidió disculpas a aquellos que se sintieron ofendidos por su gesto: «No quiero faltarle el respeto a nadie, soy respetuoso de todas las creencia y también de las mías», expresó el rector de la Universidad Nacional de Hurlingham (Unahur), en uso de licencia.
«El que me conoce de toda la vida sabe que no se puede sentir molesto, pero si se sintió molesto pido disculpas. Las disculpas del caso son porque nunca ofendo y tampoco quise ofender ni faltar el respeto a la creencia de nadie», señaló en declaraciones radiales.
Perczyk planteó que es «importante» que las personas vivan en sociedad desde «su propio pensamiento y creencia, respetando y convocando a los pensamientos distintos».
«El que me conoce sabe que lo he hecho toda la vida, que lo tengo tatuado en la piel», insistió el sucesor de Nicolás Trotta.
Consultado sobre el lenguaje inclusivo, subrayó: «No lo utilizo, pero tampoco critico al que lo utiliza», mientras que agregó que la inclusión «se da en la realidad y en la lucha real por la igualdad de género y contra el patriarcado».