China calificó la alianza como una amenaza "extremadamente irresponsable" a la estabilidad regional
Australia minimizó hoy el enojo de China por su decisión de adquirir submarinos estadounidenses con propulsión nuclear, y se comprometió a defender el imperio de la ley en el espacio aéreo y marítimo donde Beijing ha hecho varios reclamos.
El presidente estadounidense, Joe Biden, anunció el miércoles la alianza de defensa entre Australia, Estados Unidos y el Reino Unido, bajo la cual se brindará a Australia tecnología nuclear submarina, ciberdefensa e inteligencia artificial aplicada.
China calificó la alianza como una amenaza «extremadamente irresponsable» a la estabilidad regional, y cuestionó el compromiso de Australia con la no proliferación nuclear.
Beijing tiene su «programa muy sustancial de construcción de submarinos nucleares», dijo hoy el primer ministro australiano, Scott Morrison, en una entrevista con la radio 2GB.
«Ellos tienen derecho de tomar decisiones de defensa en sus intereses nacionales, y por supuesto que Australia y los demás países también lo tienen», agregó, según la agencia de noticias AFP.
El mandatario australiano dijo en una serie de entrevistas que su Gobierno reaccionó a un cambio en la dinámica de la región Asia-Pacífico, donde hay cada vez más disputas territoriales.
«Nos interesa asegurar que las aguas internacionales sigan siendo internacionales, y los cielos internacionales sean internacionales, y que la ley se aplique por igual en todos estos sitios», comentó.
Morrison indicó que Australia quiere asegurar que no existan «zonas prohibidas» en áreas gobernadas por el derecho internacional.
«Eso es muy importante para el comercio, para cosas como tendido de cables submarinos, para los aviones y dónde pueden volar. Ese es el orden que necesitamos preservar, eso es lo que la paz y la estabilidad nos brindan», declaró.
China reclama como propio casi todo el mar de China Meridional, por el que pasan billones de dólares anuales en comercio marítimo, rechazando los reclamos de Brunei, Malasia, Filipinas, Taiwán y Vietnam.
Beijing ha sido acusada de enviar equipo militar a esa zona, como misiles antibarco y misiles tierra-aire, y de ignorar una resolución de 2016 de un tribunal internacional que determinó que su reclamo histórico sobre estas aguas carecía de sustento.
China también impuso duras sanciones económicas a productos australianos en varios sectores.
Tales medidas son vistas en Australia como una represalia por rechazar las inversiones chinas en áreas consideradas sensitivas y por pedir públicamente que se investigue el origen de la pandemia del coronavirus.
Morrison aseguró que la nueva alianza de defensa, anunciada después de 18 meses de negociaciones con Washington y Londres, será permanente.
«Involucra un compromiso muy significativo, no solo por hoy, sino para siempre. Por eso me refiero a ella como la asociación eterna, una que mantendrá a Australia segura en el futuro», aseguró.