Por José Odisio
Por José Odisio
Newell’s necesita ganar, vaya novedad. Siempre las victorias son prioritarias, pero mucho más cuando se arrastra una racha de 5 partidos sin triunfos. Y en una semana donde la puja electoral pasó de cargadas de Twitter a balas, un festejo dentro de la cancha, en especial ante River, puede ser un bálsamo que calme un poco los ánimos.
Enfrentar a River siempre es un riesgo. Y a Newell’s no le sobra mucho. Gamboa empezó a trastabillar tácticamente, sus rivales le encontraron la vuelta y está costando corregir. Ahora cambió a un 4-2-3-1, aunque a algunos jugadores no se los ven tan cómodos. También es cierto que hay rendimientos flojos, por debajo de las expectativas. Y para ganar, hace falta que todos levanten, no basta con jugar un rato bien o no ser superado. Hay que levantar la puntería, animarse más. Y con River será necesario un plus, o la puede pasar mal. Muy mal.
La buena para la Lepra es tener a Scocco. Y no pasa sólo por contar con su jerarquía, que a veces no está acompañada por lo físico o por buenos socios en cancha. Nacho tiene un extra, difícil de explicar en lo racional, aunque los futboleros lo pueden entender mejor. Scocco lo tiene de hijo a River, tal vez sea motivación, o simplemente casualidad. Pero el de Hughes ya gritó 7 veces ante el Millo, y cada vez que eso pasa, la Lepra no pierde. Y por si fuera poco, el hincha leproso se ilusiona con que se cumpla la «ley del ex», esa que dolió justamente cuando Nacho vistió la banda cruzada y anotó frente a Newell’s.
Días calientes en lo político, reprochables, preocupantes. Y tal vez lo deportivo traiga una sonrisa. Newell’s lo necesita, con urgencia.