Por Enrique Genovar
Parada brava. Central visita a Banfield con el objetivo de sumar para acercarse al pelotón de equipos que manda en el torneo. Pero principalmente está obligado a hacerlo para acortar distancia con aquellos que hoy están ingresando a la Sudamericana del año que viene.
El gran objetivo del Canalla es volver a tener rodaje internacional en 2022. Y para esto no debe dar pasos en falsos.
La parada es brava no tanto por el presente del Taladro, sino que le es una cancha esquiva en la que no gana desde aquellos goles de Franco Niell. Encima es el primer partido de una seguidilla de encuentros, en los papeles, complicado; ya que después de visitar a Banfield se medirá con San Lorenzo y Talleres.
Una de las incógnitas que dejó el último juego del equipo del Kily fueron lo que sucedió en la última media hora. Es que Boca lo llevó por delante y Central no tuvo respuestas de ningún tipo. En el trabajo de la semana se hizo hincapié en eso y es por este motivo que será un análisis obligado en el encuentro que se jugará en el sur del gran Buenos Aires.
Claro está que la primera parte del encuentro pasado fue de lo mejor que hizo el Central del Kily, pero no lo pudo sostener y cuando fue superior no tuvo la posibilidad de aumentar la diferencia.
El entrenador, a pesar de la caída frente a Boca, no tuvo dudas en repetir el once. Pero el esguince que sufrió Emiliano Vecchio el lunes, por más que no lo deje afuera o sí, no tendrá al encargado de juego al ciento por ciento. Sin dudas el estado del tobillo del diez marcará el rumbo, si juega, de la generación de juego. En el caso de que el capitán no pueda el que tendrá esa responsabilidad será el venezolano Covea.
Un partido bravo, pero es uno de esos encuentros que si no se suma lo dejaría mal parado con respecto a las chances de llegar a la zona de copas.