La ciudad vivió horas traumáticas con la invasión de una humareda que hizo irrespirable el ambiente en cada rincón. El mal tiempo seguirá y así servirá para calmar los focos de fuego de las islas
La misma historia, pero con un final esperado. En la última semana se registró un récord de focos de incendios en las islas y se esperaban las lluvias para apaciguar las llamas. Y recién entrada la tardecita de este miércoles el agua «bendita» comenzó a caer en cantidad y así el fuego fue cediendo de a poco después de vivir una tarde de las peores que se recuerden en Rosario debido al espeso e insoportable humo y olor que invadió el ambiente y que se sintió en cada rincón de la ciudad.
Sin dudas fue una de las peores semanas del año en materia de fuego. Esto repercute en la ciudad, donde se volvió a cubrir de humo.
Los principales focos se registran en la costa frente a San Nicolás y Villa Constitución. En los últimos siete días hubo más de dos mil puntos rojos y se quemaron casi 30 mil hectáreas.
“Los incendios en el Delta están fuera de control. Si bien no se ve fuego frente a Rosario, las quemas que se producen en este momento son monumentales. La velocidad y la ferocidad con que el fuego se desarrolla es enorme”, dijo este miércoles Matías De Bueno, referente del Observatorio Ambiental de la Universidad Nacional de Rosario, a LT8.
Todos esperábamos que este miércoles sea clave la llegada de la lluvia, hoy por hoy el único combate efectivo demostrado. Hasta la tarde fue un amague, y recién cuando bajó el sol comenzó a caer agua para frenar el fuego y así se disuelva la densa humareda que se apoderó de Rosario, que hoy sin dudas se transformó en la capital del humo.