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Ida se debilitó a tormenta tropical y deja un millón de hogares sin luz en Luisiana


Fue uno de los temporales más fuertes en tocar tierra en la región

El huracán Ida se debilitó a tormenta tropical luego de azotar la costa de Luisiana como uno de los temporales más fuertes en tocar tierra en la región, cortando el suministro eléctrico a más de un millón de hogares, incluida toda la ciudad de Nueva Orleans, y causando al menos dos muertos.

El poderoso sistema meteorológico continuó representando un peligro para varios estados a medida que avanza hacia el interior, y se esperaba que desencadenara importantes operaciones de búsqueda y rescate. Sin embargo, las líneas de asistencia desde el 911 se encontraban inoperables para el área del sudeste de Luisiana, incluidos los condados más poblados de Orleans y Jefferson.

Los funcionarios advirtieron -antes- sobre inundaciones «potencialmente mortales». Al menos dos personas murieron: un hombre de 60 años en Ascension Parish, al sur de Baton Rouge, luego de que un árbol cayera sobre su casa, y otro que se ahogó después de intentar conducir su vehículo en Nueva Orleans, según el Departamento de Salud de Luisiana..

El gobernador de Luisiana, John Bel Edwards, advirtió hoy que el número de víctimas fatales “aumentará considerablemente”, informó la agencia AFP. «La mayor preocupación es que todavía estamos realizando búsquedas y rescates y tenemos gente en todo el sureste de Luisiana que está en lugares complicados», dijo hoy Edwards al programa Today y añadió que «el daño es realmente catastrófico».

Las empresas de servicios eléctricos informaron que poco más de un millón de hogares y negocios se quedaron sin electricidad en Louisiana y otros 100.000 en Mississippi. Entergy New Orleans, la principal compañía eléctrica de la ciudad, con casi 200.000 clientes, informó que toda la ciudad perdió electricidad el domingo por la noche debido a «daños catastróficos» en su sistema de transmisión.

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La compañía indicó que «probablemente demandará varios días para determinar el alcance del daño a nuestra red eléctrica en el área metropolitana de Nueva Orleans y mucho más tiempo para restaurar la transmisión eléctrica a la región».

El Centro Nacional de Huracanes informó que la lluvia y la marejada ciclónica han «provocado impactos catastróficos a lo largo de la costa sureste de Luisiana». El presidente estadounidense, Joe Biden, aprobó el pedido de Luisiana de declarar el estado de «gran desastre federal» en el territorio.

«La asistencia puede incluir subvenciones para alojamientos temporales y reparaciones domésticas, préstamos a bajo costo para cubrir pérdidas de propiedades no aseguradas y otros programas para ayudar a los individuos y emprendedores a recuperarse de las consecuencias del desastre», explicó un comunicado reproducido por la agencia ANSA.

La decisión, reportó CNN, hace disponibles fondos federales para la población afectada en 25 condados, según informó la Casa Blanca en un comunicado.

Biden también garantizó que el Gobierno federal brindará «toda la ayuda necesaria» a los estados afectados por el paso de Ida, tras reunirse con las autoridades de Luisiana y con representantes de la Administración Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), según la agencia DPA.

Más de 5.200 efectivos del Ejército, la agencia federal de manejo de emergencias y la Guardia Nacional fueron desplegados en los estados sureños de Luisiana, Misisipi, Texas y Alabama para atender la emergencia, informó a periodistas el general Hank Taylor, alto funcionario del Pentágono.

El Centro advirtió sobre peligrosas marejadas ciclónicas e inundaciones repentinas en el sudeste de Louisiana y el sur de Mississippi después de que Ida tocó tierra como tormenta de categoría 4 con vientos de 150 kilómetros por hora.

El huracán Ida tocó tierra el domingo, en el 16 aniversario del huracán Katrina, como tormenta de categoría 4 cerca de PortFourchon, Luisiana. A las 4 horas del lunes, Ida avanzó con vientos de 153 kilómetros por hora, menos violentos que cuando tocó tierra horas antes del domingo, a unos 60 kilómetros al sur de Nueva Orleans. El huracán fue precedido por fuertes vientos y lluvias desde las primeras horas del domingo.

El apagón afecta a un millón de personas, según autoridades locales. Foto Luke Sharrett/Bloomberg

La alcaldesa de la ciudad, LaToya Cantrell tuiteó: «¡Hemos perdido la electricidad en toda la ciudad! Es hora de quedarse en casa, en lugares seguros. No es el momento de aventurarse al exterior». El Centro Nacional de Huracanes estadounidense (NHC) afirmó que Ida creó una «situación de peligro de muerte» y urgió a «tomar todas las medidas necesarias para proteger su vida y propiedades».

Los fuertes vientos del huracán arrancaron los techos de los edificios en Nueva Orleans, esparcieron escombros por el famoso Barrio Francés, derribaron grandes árboles y provocaron inundaciones en Grand Isle, Louisiana. En St. Rose, en el área metropolitana de Nueva Orleans, un video publicado en las redes sociales mostraba dos grandes barcos chocando entre sí.

Esta madrugada, los funcionarios locales se estaban preparando para inspeccionar los daños cuando salió el sol y los equipos se prepararon para salir a ver a los que llamaron al rescate durante la noche.

Por su parte las aerolíneas American Airlines y United Airlines cancelaron todos los vuelos en partida del aeropuerto internacional de Jackson, la capital del estado de Mississippi, debido al huracán Ida, informó en Twitter el Jackson-Medgar Wiley Evers International Airport.

Edwards lo describió como «una de las tormentas más fuertes que tocó tierra aquí en los tiempos modernos», podría tratarse de la mayor tormenta en golpear Luisiana desde la década de 1850. «No cabe duda de que los próximos días y semanas serán extremadamente difíciles», dijo, y añadió que algunas personas deberán permanecer refugiadas hasta por 72 horas. La tormenta «trae varias dificultades para nosotros, con los hospitales tan llenos de pacientes de Covid-19», agregó.

Según los pronósticos, la tormenta se moverá hacia el interior y se espera que esté sobre el oeste y centro de Misisipi el lunes por la tarde, antes de atravesar Estados Unidos hacia el Atlántico de aquí al miércoles, creando la posibilidad de inundaciones repentinas a su paso.