Por José Odisio
Por José Odisio
No puede ganar Newell’s afuera. Amaga un rato a ser competitivo, similar al que juega en el Coloso, pero se queda en intenciones. Y en general pierde, como sucedió con Defensa y Justicia, que con muy poco le alcanzó para quedarse con los tres puntos.
¿Por qué cambia tanto jugando afuera? No es fácil de explicar, en especial si se tiene en cuenta que no hay hinchas, que podrían fortalecer al equipo con su apoyo o desestabilizarlo afuera. Puede ser mental, porque el jugador tal vez tenga en la cabeza la racha y lo condicione. Aunque la explicación más simple es que juega mal.
Las ausencias se sufren. Scocco y Cristaldo tiene la jerarquía que no muestra Sabbag, y tampoco Giani y Comba, que pasan de jugar un partidazo al aplazo de un partido a otro. Gamboa no pudo reemplazar a Julián Fernández, tampoco a Pablo Pérez. Y si bien el juvenil Mansilla cumple, no le alcanza para compensar las fallas defensivas de Negri.
Newell’s perdió por dos jugadas nacidas en laterales, un despropósito, una ingenuidad. Seguramente Gamboa estará furioso, pero no alcanza con el enojo, hay que corregirlo.
Estar cerca de la punta entusiasmó a algunos hinchas. Otros, más cautelosos, prefirieron esperar un poco para ilusionarse. Y no estaban tan errados. Ahora dependerá de Gamboa -y los futbolistas- de volver a ganarse la confianza del hincha. Y no alcanza sólo con ganar en el Coloso.