Un informe del Banco Mundial señaló el incremento de 120 millones de personas que viven en la pobreza y un 7% la mortandad en menores por debajo del año de vida, tras el fuerte impacto de la crisis económica
La economía global sufrió una contracción del 5% en el primer año de la pandemia del coronavirus, lo que generó un aumento de 120 millones de personas que viven en la pobreza y un 7% la mortandad en menores por debajo del año de vida, sobre todo en países de bajos y medianos ingresos, alertó hoy el Banco Mundial.
A las más de 4,4 millones de muertes en el mundo a causa de la Covid-19, se suman muchos otros decesos debido a la crisis económica provocada por la pandemia que repercutió sobre la salud de los más vulnerables, entre ellos precisamente los niños menores de un año, indicó el informe del organismo.
Solo en 2020 son más de 267.000 los fallecimientos de infantes de entre 0 y 12 meses de vida en los países de bajos y medianos ingresos, lo que aumentó en un 7% la mortalidad esperada para ese año en esa población, según estimaciones formuladas por Gil Shapira, del Development Research Group del Banco Mundial.
El impacto en vidas humanas tras el derrumbe económico causado por la Covid-19 es mucho mayor respecto del generado por la crisis económica de 2008, indicó el informe, según informó a agencia de noticias Ansa.
Mientras en África los fallecimientos de niños de 0 a 12 meses a causa de la enfermedad se estiman en unas 28.000-50.000, las repercusiones económicas generadas por la Covid-19 mataron, solo en el continente africano, a 82.239 vidas de niños en más de un año.
Además, los expertos del grupo de investigación del Banco Mundial estimaron que de las 267.208 víctimas menores, 113.141 murieron en ocho países del sudeste asiático, un tercio de ellos en la India (99.642).
India tiene el mayor número de nacimientos anuales (24.238.000), así como un traspié económico particularmente amplio estimado para 2020, con una reducción del PBI del 17,3%.
«Varios mecanismos están detrás este aumento de la mortalidad de niños de 0 a 1 año de edad: el empobrecimiento de los núcleos familiares se traduce en una reducida calidad de la nutrición y los cuidados para los bebés, y en una reducida capacidad de acceso a los servicios sanitarios», explicó el informe.
«Además la crisis económica podría influir en la cantidad y calidad de los servicios ofrecidos por los sistemas sanitarios», agregó.
El texto indica que se trata solo de una visión parcial de las víctimas indirectas de la Covid-19.
«Mientras nosotros nos concentramos en el impacto de la crisis económica generada por la pandemia sobre los bebés, seguramente fueron afectados también otros grupos vulnerables», subrayaron los autores del estudio.
La investigación, además, evaluó solo el impacto a corto plazo de la crisis causada por la pandemia.
«Mientras los países siguen sus esfuerzos por prevenir y tratar la Covid-19, también deberíamos considerar destinar recursos para estabilizar los sistemas sanitarios y reforzar las redes de seguridad social, con el fin de mitigar las consecuencias económicas, sociales y humanas de la pandemia», concluyó el informe.