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Aulas híbridas, la nueva apuesta de la Universidad Nacional de Rosario


Se instalarán equipos en todas las facultades. Rita Grandinetti, docente de la UNR, destaca la importancia de "pensar la presencialidad con las mejores experiencias que posibilitó la virtualidad"

La Universidad Nacional de Rosario está llevando adelante un proceso de implementación de aulas híbridas que posibilitará dar clases presenciales y a su vez a distancia vía streaming. Con una inversión de casi 50 millones de pesos se pondrán en marcha alrededor de 100 aulas híbridas en todas las unidades académicas.

Rita Grandineti, Directora del PoliLab UNR, docente e investigadora de la Universidad, comentó que desde hace bastante tiempo vienen trabajando en experiencias de diversas mixturas entre lo virtual y lo presencial. “Junto a Educom desarrollamos desde PoliLab una experiencia de formación a cooperativistas de toda la provincia de Santa Fe que se basaba en combinación de estrategias presenciales, momentos de encuentros, con estrategias virtuales que permitían que cada uno siguiese desde espacios diversos la capacitación. Ahí creo que radica una de las potencialidades del trabajo híbrido”, expresa.

La licitación estuvo destinada a equipos de sonido y video que se montarán en los salones para la transmisión en vivo de las clases, ya que habrá estudiantes cursando presencial y virtual al mismo tiempo. La idea es que algunas de las aulas híbridas sean fijas y otras móviles para poder trasladarlas a laboratorios u otros espacios académicos en caso de ser necesario.

“La pandemia nos ha hecho avanzar hacia la educación multimodal y multiplataformas y ahora nuestro compromiso es optimizarla y seguir invirtiendo en hardware y software para más y mejores condiciones de aprendizaje”, afirmó el Rector Franco Bartolacci y aclaró: “Con todos estos dispositivos vamos a avanzar con la vista puesta en ese horizonte de construir un modelo de educación superior que será distinto al que conocimos y que aspiramos pueda contener a todos los que tengan intenciones de cursar en nuestra Universidad”.

Grandinetti destaca que la pandemia les permitió experimentar nuevas formas a la hora de enseñar, mucho más vinculadas del contexto global y que ahora es momento de capitalizar estas experiencias, donde lo híbrido aparece como una gran posibilidad, sobre todo pensando en aprendizajes de jóvenes adultos donde la virtualidad posibilita inclusiones muchas veces no pensadas. “Así como tenemos problemas de inclusión por conectividad en determinados sectores, tenemos y tendremos grandes logros de inclusión en estudiantes que por diversas razones se tuvieron que ir alejando de la Universidad, siendo estas diversas razones su trabajo, vivir en otros territorios, la lejanía física de la facultad a su barrio, una cantidad de elementos que hacen que muchos estudiantes o no puedan ingresar o no puedan mantener un ritmo de presencialidad al que los tenía acostumbrado la Universidad”, describe.

Desde su rol de docente de 4º y 5º año en la Licenciatura en Ciencias Políticas, Grandinetti cuenta la experiencia de tener muchos estudiantes que volvieron a las aulas a partir de la virtualidad, ya que por trabajo o por otras cuestiones habían pausado el cursado. “Podemos pensar en una combinación de estrategia que nos permitan retomar lo mejor de la presencialidad y lo mejor de la virtualidad”, subraya.

“En la Universidad post pandemia, el eje ya no será virtualidad o presencialidad, sino virtualidad y presencialidad, entendiendo que en la combinación virtuosa y creativa de ambas modalidades, se encuentra la respuesta para garantizar los objetivos académicos de excelencia y derribar fronteras que muchas veces constituyeron un obstáculo para el acceso a la educación superior”, agregó por su parte el rector Bartolacci.

“Se trata de desarrollar estas innovaciones con el desafío de la construcción de la innovación, cómo se mixtura las dosis necesarias, apropiadas según cada carrera, según el momento de cada carrera, y según los perfiles de los estudiantes para lograr los mejores resultados educativos en este mundo global que es cada vez más híbrido y que las Universidades no pueden ser ajenas a ello. En más, deberán ir a la cabeza de estas búsquedas y estudiar sobre este nuevo paradigma produciendo conocimiento que permita aplicarlo no solo en las aulas, sino en otros espacios de la sociedad”, concluye Grandinetti.