El "Profe" Córdoba fue preparador físico de Russo a comienzo de los 90, pero su relación se rompió y ahora expresó su pensamiento en una contundente carta
Daniel «Profe» Córdoba criticó duramente a su colega entrenador Miguel Ángel Russo con una carta abierta que publicó luego de su salida de Boca, ante los malos resultados en el inicio de la temporada.
«Te dejaste manosear por un contrato en Boca en donde sabías que ibas a ser una figura decorativa. En donde se conocía que solamente te tocaría obedecer, dar la cara y ser humillado», fue uno de los pasajes más duros del escrito que firmó Córdoba como «ex ayudante y ex amigo de Miguel Russo a comienzos de los 90».
El «Profe» Córdoba apuntó contra Russo por aceptar romper su cuerpo técnico en su arribo al club de La Ribera, ya que debió «negociar» incluir a Leandro Somoza y Mariano Herrón como ayudantes, por sugerencia del vicepresidente Juan Román Riquelme.
«Te sacaste de encima a (Hugo) Gottardi y a tu cuerpo técnico que siempre te acompañó. Todo por unos dólares más. Ni siquiera te importó que se supiera de tu incapacidad de trabajo en el campo y de tu falta de manejo de grupo. Tu único sostén fue constantemente el hacer lobby o relaciones públicas con los poderosos», disparó con crudeza.
Miguel Ángel Russo y Daniel Córdoba trabajaron juntos en Estudiantes de La Plata y Lanús, en la década del 90 , pero la relación no terminó de la mejor manera: se pelearon y no se reconciliaron nunca más.
«No es una persona de códigos. Yo por Miguel fui mucho más que preparador físico. Me encargaba de todos los trabajos que tenían que ver con pelota, fui quien se peleaba con él a la salida de los partidos cuando la gente alguna vez lo insultaba, y después me trató de traidor», había contado el Profe el año pasado en una entrevista radial.
«Como te deseo que tu enfermedad esté curada y vivas 1.000 años, también te digo gracias por desenmascararte tan solo por unos dólares más», concluyó en la misiva.
La carta completa del Profe Córdoba a Russo
«Cuando desde chico te creés que sos más, pero no sos más que un soberbio. Cuando te aprovechás de un club que decís amar, pero le hacés firmar contratos muy caros sabiendo que tu rodilla no puede más, y sabés que ningún otro club te iba a venir a buscar a finales de los 80, jamás.
Cuando esperás que ese club descienda y lo ayudás a ascender llevándote con negociados o sueldos desorbitante todo su dinero hasta quebrarlo. Cuando vas recorriendo por el fútbol comprando prensa que a veces escondió fracasos. Cuando vas por el lado sucio. Si elegiste ese camino, bancalo.
Hubo gente que te bancó. A toda la defraudaste. Te dejaste manosear por un contrato en Boca en donde sabías que ibas a ser una figura decorativa. En donde se conocía que solamente te tocaría obedecer, dar la cara y ser humillado. Sin embargo, aceptaste sin chistar todo lo que te imponía el poder de turno. Como has hecho siempre, siempre y siempre… Y así te fue, Miguel, así terminaste.
Vos mismo, por unos dólares más, te sacaste públicamente la careta. Y te sacaste de encima a Gottardi y a tu cuerpo técnico que siempre te acompañó. Todo por unos dólares más. Ni siquiera te importó que se supiera de tu incapacidad de trabajo en el campo y de tu falta de manejo de grupo. Tu único sostén fue constantemente el hacer lobby o relaciones públicas con los poderosos.
Como te deseo que tu enfermedad esté curada y vivas 1.000 años, también te digo gracias por desenmascararte tan solo por unos dólares más».