La decisión de Estados Unidos, España, Alemania y Canadá se tomó luego de que el movimiento talibán ingresara a la capital nacional Kabul, tras conquistar gran parte del territorio afgano
Estados Unidos, Canadá, Alemania y España son algunos estados que decidieron suspender las actividades en sus embajadas en Afganistán y trasladar al personal diplomático a sus países de origen, luego de que el movimiento talibán ingresara a la capital nacional Kabul, tras conquistar gran parte del territorio afgano, y exigiera la transferencia del poder, mientras el presidente Ashraf Ghani huía del país, sumándose a muchos otros atemorizados civiles y extranjeros.
El ministro del Interior en funciones de Afganistán, Abdul Sattar Mirzakwal, declaró que la trasferencia de poder al gobierno de transición se llevará a cabo en un entorno seguro y pacífico.
El poder se traspasó a un consejo de transición integrado en particular por el jefe del Alto Consejo para la Reconciliación Nacional en Afganistán, Abdullah Abdullah, y el expresidente Hamid Karzai, que más tarde entregará el poder a los talibanes.
En paralelo, el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas (ONU) anunció que se reunirá mañana a las 10 en Washington para tratar la evolución de Afganistán, a pedido de las delegaciones de Noruega y Estonia.
«El personal de la embajada de EEUU en Kabul está siendo trasladado al aeropuerto para que pueda ejercer sus funciones con tranquilidad«, informó, por su parte, Antony Blinken, el secretario de Estado estadounidense, en entrevista con el canal ABC News, quien agregó que a la hora de tomar la decisión de retirar las tropas, entendía que los talibanes estaban «en su posición más fuerte de los últimos 20 años».
En sus declaraciones a otro canal, CNN, afirmó que su país podrá trabajar solo con un Gobierno que respete los derechos fundamentales de sus ciudadanos y que no tolera a los terroristas, además de anticipar que impondrá sanciones contra los talibanes si no respetan los derechos de los afganos.
Esta posición de Washington está en línea con la expresada la semana pasada por la Unión Europea, cuando el avance de los talibanes ya hacían prever el desenlace de hoy, cuando amenazó a los miembros del emirato islámico con un «aislamiento» internacional si tomaban el poder por la fuerza.
«Si toman el poder por la fuerza y restablecen un emirato islámico, los talibanes no serán reconocidos (como una autoridad legítima), sufrirán el aislamiento, la falta de apoyo internacional y la perspectiva de un conflicto continuo y una inestabilidad prolongada en Afganistán«, aseguró el último jueves el jefe de la diplomacia de la UE, Josep Borrell, en un comunicado.
Canadá también suspendió las actividades de su embajada en Afganistán y adelantó que las reanudará cuando la situación se normalice, según el Ministerio canadiense de Exteriores.
«La situación en Afganistán se está desarrollando rápidamente y presenta serias dificultades para garantizar la seguridad de nuestra misión. Al consultar con el embajador canadiense en Afganistán, se decidió suspender temporalmente nuestro trabajo diplomático en Kabul«, anunció el organismo, citado por la agencia de noticias Sputnik.
La posición de Rusia es diferente. «No estamos preparando la evacuación del personal de la Embajada», declaró hoy el enviado especial del presidente ruso para Afganistán, Zamir Kabulov, y agregó «Siempre hemos abogado por un gobierno de transición, desde luego cooperaremos» con este.
Moscú «por ahora no reconoce» a los talibanes -movimiento proscripto en Rusia- y mantiene contacto con Estados Unidos al respecto. «Definiremos más tarde nuestros próximos pasos», adelantó Kabulov.
No obstante, los talibanes afirmaron que no habrá un gobierno de transición en Afganistán, sino que esperan «un traspaso completo» del poder.
España, por su parte, decidió acelerar el plan de evacuación de su personal diplomático en Kabul. El ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, tuiteó: «Aceleramos la evacuación decidida anteayer de españoles, afganos que han colaborado con España y sus familias». «No dejaremos a nadie atrás», añadió Albares, quien además manifestó el apoyo de España a la Unión Europea y su servicio exterior para garantizar «una salida ordenada del personal europeo y local».
En simultáneo, el canciller de Alemania, Heiko Maas, también anunció el cierre de la Embajada del país en Kabul y el traslado inmediato de todo el personal al sector militar del aeropuerto de la capital afgana.
El ministro agregó que esta tarde se reunirá una célula de crisis del Gobierno alemán para discutir «el comienzo de medidas inmediatas para la evacuación del personal alemán y otras personas en situación de riesgo en Afganistán», citó la agencia de noticias Europa Press, fuente que anticipó que la Fuerza Aérea Alemana volará mañana a Kabul con transportes militares del tipo A400M.
En tanto, en el Reino Unido, el primer ministro británico, Boris Johnson, anunció que llamará urgentemente al Parlamento la próxima semana, pese al receso de verano, para discutir la situación en Afganistán, mientras que una fuente en Downing Street, replicada por la agencia de noticias ANSA, informó que se le solicita que intervenga.