Cerca de 900 bomberos griegos y extranjeros siguen, por noveno día consecutivo, con las tareas de lucha contra el incendio
Cerca de 900 bomberos griegos y extranjeros siguen este miércoles, por noveno día consecutivo, con las tareas de lucha contra el incendio en la isla de Eubea, a 200 kilómetros al noreste de Atenas en Grecia, y si bien afirman que «toman lentamente el control», se reforzaron las tareas para frenar el foco en la península del Peloponeso, según fuentes gubernamentales.
Así lo manifestó Yiannis Kontzias, alcalde de Istiea, una ciudad de 7.000 habitantes ubicada en el norte de la isla, quien dijo a ERT que están «tomando lentamente el control del frente de los incendios» en Eubea.
«Ayer vimos la luz del sol por primera vez en días”, agregó el funcionario al referirse a las enormes nubes de humo que cubren esta isla montañosa y boscosa, informó la agencia de noticias AFP. Sin embargo, la situación es más preocupante en una parte de la península del Peloponeso, rica en densos bosques y profundos barrancos, añadió la agencia.
En tanto, Christos Lambropoulos, vicegobernador de la región de Arcadia situada en el Peloponeso, advirtió que los socorristas están concentrando sus esfuerzos en evitar que el fuego llegue al monte Ménalo, coronado por un espeso bosque.
Frente a este escenario, en la región de Gortynía, una veintena de pueblos fueron evacuados ante el avance de las llamas, donde trabajan unos 580 bomberos, equipados con 181 vehículos.
Según el Sistema Europeo de Información sobre Incendios Forestales (EFFIS), tres personas han muerto en estos incendios que ya arrasaron más de 90.000 hectáreas, y que forzaron a miles de habitantes de varias regiones a abandonar sus hogares. Frente a esta «catástrofe natural de proporciones sin precedentes», el primer ministro, Kyriakos Mitsotakis, anunció una ayuda de 500 millones de euros.
Por su parte, Nikos Hardalias, viceministro de Protección Civil, comentó que en solo ocho días se registraron 586 incendios forestales en Grecia, provocados por la peor ola de calor en tres décadas. Un informe preliminar de la ONU, que la AFP pudo consultar, calificó a la región mediterránea de «punto caliente del cambio climático».
Es por ello que numerosos países, sobre todo de la Unión Europea, han enviado a Grecia más de 1.200 efectivos de refuerzo, vehículos y material. «Cuando llegamos tuvimos la impresión de que toda Grecia estaba ardiendo», dijo Nicolás Faure, un bombero francés enviado como refuerzo.
Asimismo, el coronel Frédéric Gosse, también desplegado, lamentó que un «cóctel maldito» haya provocado tantos incendios y «temperaturas muy superiores a los 40 ºC, varios meses sin lluvias y vientos violentos».
Además de la destrucción de centenares de viviendas y de hectáreas de bosque, la economía de Eubea también se ha visto fuertemente castigada. «Perdimos el mes de agosto, que habría asegurado a la gente para el año que viene. El turismo local se destruyó, la mayoría (de los visitantes) se fueron», lamentó Kontzias.
Cada vez se escuchan voces que reclaman la dimisión de los altos funcionarios responsables de los servicios de rescate que, en junio, aseguraban que el país estaba preparado para enfrentar el fuego.
Incluso, Mitsotakis pidió perdón a los griegos por los «posibles errores» cometidos por las autoridades, mientras la población se movilizó para recolectar ropa y enviar víveres. «Sentí la amenaza, huí para salvarme», contó Rita, de 65 años y con su automóvil lleno de bolsas.
Su casa, en la aldea de Kastri, se incendió en parte. «La vida estaba aquí. Ya no me quedan lágrimas», comentó la jubilada, tras regresar por primera vez a su vivienda para recoger algunos efectos personales. Al fondo, el humo seguía emanando de la tierra quemada, concluyó AFP.