El monseñor y vicario general del arzobispado de Rosario dialogó con CLG acerca de la gran congregación de gente a la iglesia de San Cayetano para “pedir y agradecer”
Por Jerónimo Gallay
La celebración anual de San Cayetano, patrono del pan y el trabajo, llenó este sábado de fieles las calles aledañas a la parroquia ubicada en Buenos Aires al 2100, que pese a la pandemia quisieron acercarse a homenajearlo en su día. En ese marco, el monseñor y vicario general del arzobispado de Rosario, Emilio Cardarelli, en diálogo exclusivo con CLG aseguró que las personas se acercan “para pedir y para agradecer” y que “la grieta en el país hoy en día es entre el que puede comer y el que no puede comer”.
“Estamos atravesando un contexto social bastante complejo, esperemos que se pueda superar y sobre todo me parece que es responsabilidad de la clase política. Es mirar al que menos tiene, ya que la grieta hoy en día, que viene siendo la misma desde hace tiempo, es entre el que puede comer y el que no puede comer”, remarcó Cardarelli.
Conjuntamente, detalló que observa cómo “a veces se fomenta esa situación tanto de un lado como del otro, el apretamiento entre los hermanos”, cuando en realidad todos deberían estar abocados a buscar soluciones para que en esta patria bendita del pan, nadie muera de hambre”.
“La clase política en este país debería estar abocada a buscar políticas de estado que trasciendan a los gobiernos para que, de una vez por todas, Argentina pueda alcanzar ese grado de grandeza que todos queremos ver. Dejar de lado los rencores, los enfrentamientos y poder construir en serio una patria para todos, en la que todos tengan lugar y puedan vivir. Estamos convencidos que es posible porque Dios ha bendecido enormemente a nuestro país”, sostuvo el monseñor.
San Cayetano
“Es un santo muy querido por nuestra gente, que acude a él para pedir el alcance de Dios, la gracia del pan y del trabajo que son tan necesarios en nuestro tiempos y tan difíciles que estamos atravesando, porque el hombre con el trabajo consigue dignamente su pan. El pan sin trabajo es algo humillante y el trabajo sin pan está revelando una injusticia porque el hombre con el trabajo debe poder también conseguir su pan. Y con pan nos referimos a todo lo que precisa para vivir con dignidad en el sentido más amplio, no solamente el pan sobre la mesa, sino todo lo necesario para alcanzar una vida digna”, subrayó Cardarelli
De todas formas, destacó que “también mucha gente va a agradecer, hay gente que pide y hay gente que va a dar gracias a Dios por tener trabajo y lo indispensable para poder vivir”.
Con respecto a la importancia de San Cayetano en la gente, describió que le resulta atractivo que “la gente acuda a él en busca del pan y del trabajo, pero sobre todo más lindo es que las personas, a través de él, se vaya acercando a Dios”. Y luego, agregó: “Esa es la gran tarea que tienen los santos, como los amigos de Dios, que nos van llevando hacia él.
Por último, Cardarelli señaló que “la verdadera devoción nos lleva a la imitación de los santos e imitar a San Cayetano es también imitar esta dedicación que él tuvo siempre a los más pobres, y eso es muy importante, es el plus que debería tener siempre el cristiano a la hora de hacer una tarea con un fin social, ya que Dios también está presente en cada hermano pobre, débil y sufriente”.