CLG dialogó con uno de los referentes del sector en la ciudad, Jorge Pinilla, quien detalló cómo se afronta este momento ante el poco caudal de agua
El poco caudal de agua en el río Paraná continúa y sigue afectando sectores en la ciudad de Rosario. Debido a esta bajante, más del 60% de las guarderías náuticas están inactivas. CLG dialogó con uno de los referentes del sector en la ciudad, Jorge Pinilla, quien detalló cómo se afronta esta situación.
“Tenemos más del 60% de las guarderías inactivas por falta de agua, muchas están haciendo un sacrificio sobrehumano para poder dragar y es bastante costoso ese proceso hoy. Hacen un esfuerzo muy grande para poder brindar el servicio”, detalló Pinilla.
“Hay que mantener una estructura con empleados y el costo del dragado. Cuando funciona bien es rentable, pero los números a veces son finitos porque hay mucho gasto y en esta época tampoco hay muchos ingresos”, resaltó.
Asimismo, contó que “muchas tenían todo un estudio hecho de los ascensores para bajar las lanchas pero nunca se previó una bajante de esta envergadura, entonces tuvieron que alargar los ascensores y eso es un trabajo terrible, porque hay que desarmar los ascensores, volverlos a armar y trabajar en el barro”.
Conjuntamente, Pinilla destacó que la recaudación de estas guarderías también bajó debido al poco uso de las embarcaciones, motivado por la bajante del río y las restricciones debido a la pandemia: “Muchos usuarios dejaron de pagar el alquiler, y otros clientes están retirando sus embarcaciones para llevarlas a un galpón o garaje. En general hubo una caída del 20% en las cobranzas, en comparación con otros inviernos, ya que también hay que recordar que estamos en temporada baja”.
En la misma línea, el referente del sector náutico aseguró que “hay clubes que hace dos años que no se puede salir, sobre todo los que tienen caleta para barcos, con el problema que eso significa para el día que esas embarcaciones tengan que salir porque van a estar deterioradas”. En Rosario se estima que hay alrededor de 25 mil embarcaciones, pero no hay un número exacto debido a que en los últimos años no se ha realizado ningún censo en el sector.
Otra incidencia de la bajante de agua en el río es que las personas que no pueden utilizar sus embarcaciones, comienzan a ponerlas a la venta. “Recién ahora está saliendo ese tema, pero no había tantas ofertas antes. Si hubo por embarcaciones prácticamente nuevas porque el año pasado, al no poder salir de vacaciones muchas personas compraron embarcaciones. Al tener la cotización en dólares se tomó como una inversión”.
“De todas formas, tampoco se vendió tanto porque no había motores, no se podía importar. Ahora sí, pero la producción está acotada”, señaló Pinilla.
FABRICACIÓN Y VENTA DE EMBARCACIONES
“Otro de los problemas en el sector es el dólar alto, lo que hace a una embarcación, equipamiento y todo eso es importado, no se están consiguiendo elementos. Algunos repuestos básicos estamos fabricándolos en el país con todos los problemas que eso trae. Hoy en día el negocio de la náutica está parado”, detalló Pinilla.
El referente del sector subrayó que “al no salir la gente a navegar los negocios náuticos funcionan muy poco, trabajamos a la mínima y más con el tema repuestos que en la venta”.
“Lo único que tuvo un resurgimiento fue la industria de los kayaks que nosotros en Rosario tenemos muy buenas fábricas, de muy buena calidad y estamos viendo que hay mucha gente volcándose a su primera embarcación en los kayaks. Ese tema está trabajando muy bien”, destacó.
Sin embargo, “con el tema de los astilleros de lanchas que se fabrican en el país estamos alarmados, ya que no hay personal idóneo para aumentar la producción de lanchas, porque ahora que se pueden traer motores, si vendemos una lancha hoy te la entregaría para marzo, abril”
“La gente no puede producir más por falta de factor humano, las personas que hacen ese trabajo de terminaciones en fibra de vidrio, es algo puntual y se hace todo artesanalmente, entonces es complicado”, cerró Pinilla.