Tokyo 2020

Vela: Santiago Lange terminó entre lágrimas y Cecilia Carranza, lesionada


La dupla que ganó la medalla dorada en 2016 tuvo una jornada para el olvido, al igual que Facundo Olezza. La dupla Travascio-Branz salvó el día para los argentinos en esa disciplina

La dupla bonaerense de Victoria Travascio-María Sol Branz salvó el día de la vela para los argentinos al finalizar este sábado sexta en la general de la clase 49er FX y clasificar con buena perspectiva a la Medal Race, en una jornada olvidable para Santiago Lange- Cecilia Carranza (quien se lesionó la espalda) y Facundo Olezza, que se retrasaron.

Con alguna demora por la falta de viento en la Bahía de Sagami, las tres embarcaciones albicelestes saltaron a la pista para intentar mantener la buena producción que habían mostrado hasta el momento en los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

En Kamakura, Travascio y Branz tuvieron un gran arranque del día al ganar la primera regata, que dominaron de principio a fin, mientras que luego se ubicaron séptimas y duodécimas, para cerrar la etapa clasificatoria en el sexto lugar, con 88 puntos, a 15 de Alemania, que se quedaría con el bronce.

Eso será lo que deberán remontar en la Medal Race, cuya largada está pautada para el lunes a las 2:33 tras una jornada de descanso, y que entregará doble puntuación como es habitual.

«No vimos los resultados todavía, pero estamos contentas porque tuvimos un día mejor que ayer. Veníamos confiadas porque el barco respondía y hacía lo que nosotros queríamos. Llegamos a la final y es un objetivo cumplido», destacó Branz.

«Pudimos revertir lo de ayer, lo dimos vuelta y así vamos a ir hasta el final. Del cuarto al décimo estamos muy peleados, así que vamos a tratar de salir a ganar para terminar lo mejor posible», agregó Travascio.

Por su parte, tras un día de descanso, los campeones olímpicos Santiago Lange y Cecilia Carranza se presentaron en la penúltima ventana de tres regatas en la clase Nacra 17, sobre la costa de la ciudad de Zushi, aunque tuvieron un complejo andar.

El arranque fue con un valioso sexto lugar, pero en la segunda carrera del día empezaron los problemas y las complicaciones con el viento que los llevaron a un 14° puesto, que será el descarte. Para el cierre, Lange-Carranza remontaron algunos puestos para ser décimos, que los dejó en el sexto puesto en la general, con 47 puntos, a 15 de la zona de medallas.

Una vez fuera del agua, Lange reconoció los problemas que tuvieron para navegar, principalmente enfocados en una lesión en la espalda que sufrió Carranza.

«Ceci se quedó dura de la espalda después de la primera regata y es un barco muy difícil de llegar. Después no teníamos velocidad, Ceci no podía tirar de los cabos, pero se la re bancó competir así. Es lo que hay», dijo, con lágrimas en los ojos, el argentino de 59 años.

«Lo importante es que dejó todo. Vamos a ver si se puede infiltrar, no sabemos qué tiene, no se podía mover en el barco, no podíamos empujarlo ni con el viento ni con el cuerpo, porque encima no fueron las mejores condiciones. Lo único que tengo que agradecer es a Cecilia por el esfuerzo que hizo», remarcó en declaraciones a TyC Sports.

Y, de todas formas, dejó bien enfocado el objetivo para las últimas dos jornadas de competencia: «Obviamente que nosotros soñábamos con una medalla, esto no termina hasta que no se termine, obvio que estoy orgulloso y no vamos a bajar los brazos hasta el final».

En el mediodía de Tokio, la madrugada del lunes en Argentina, los medallistas dorados de Río 2016 disputarán sus últimas tres regatas clasificatorias sin mucho riesgo para llegar a la Medal Race, pero sí obligados a buenos resultados si quieren dar pelea por las preseas.

Una situación similar vivió Facundo Olezza en Sagami, porque sufrió sus dos peores resultados en la clase Finn con un 16° (descarte) y 15° puesto en las regatas del día. El argentino acumula 46 puntos y también está en la sexta colocación, a 17 puntos de la zona de podio.

En este caso, tendrá sus últimas dos carreras este domingo a partir de las 3:05, con ganas de mantener la ilusión de pelear una medalla.