Por José Odisio
Fernando Gamboa intenta conseguir confianza, dentro y fuera de la cancha. Que los jugadores lleven al campo de juego su propuesta, y que los hinchas crean en su idea y en el andar del equipo. Parece sencillo, pero no lo es. No se puede cambiar todo de un día a otro, por eso los resultados son decisivos para el ánimo de todos.
Ganarle a Talleres, con remontada impensada, fue un espaldarazo. Los hinchas encontraron su lado optimista, ese que desde la pandemia está restringido; y los jugadores empezaron a creer en una idea, que entusiasma, aunque necesita de puntos y triunfos para consolidarla.
Pero la confianza está inestable, en todos, en especial en la gente. Y una derrota con Argentinos, aunque fuera con un hombre menos, volvió a sacar a la luz el modo crítico de muchos, en especial en las despiadadas redes sociales. Cristaldo pasó de héroe a irresponsable por la expulsión; Garro ya no fue figura para ser un refuerzo del montón; Sordo dejó de ser prometedor igual que Sforza; y las lesiones pusieron de nuevo en cuestionamiento el estado físico del plantel, que corre más, aunque no afloja con los soldados caídos.
Newell’s necesita ganar. Porque eso ayudará a Gamboa a trabajar mejor, sin que sienta que lo están juzgando por cada acto, por cada partido. Por ahora hay una idea, que a veces resulta y otras no; y el carácter cambió de manera positiva. Pero las victorias ayudan, sin dudas. Y ganarle al Pincha aumentará la tranquilidad de todos, al menos por unos días.