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Afirman que «es el mejor momento» para curar la hepatitis C y que los casos bajaron 25%


Este 28 de julio se celebra el Día Mundial contra esta enfermedad que afecta a unos 200.000 argentinos

Profesionales y pacientes coincidieron en que «es el mejor momento para detectar, tratar y curar» la hepatitis C, y que la cobertura universal dispuesta en el país “permitió disminuir la aparición de nuevos casos en un 25%”, en el marco del Día Mundial contra esa enfermedad que se conmemora este 28 de julio.

«Hoy la hepatitis C es con C de cura», afirmaron.

Según los datos obtenidos en la encuesta «Hepatitis C: El camino a la cura», realizada por la Asociación Buena Vida, y auspiciada por la Sociedad Argentina de Hepatología (SAHE) y el Programa Nacional de Hepatitis Virales del Ministerio de Salud, esta enfermedad afecta a cerca de 200.000 argentinos, de los cuales se considera que 5 de cada 10 no lo sabe, lo que promueve que sólo una minoría logre su cura.

También, 6 de cada 10 encuestados desconocían cuándo o cómo contrajeron el virus. Y a quienes sí sabían, se les consultó sobre el tiempo que había transcurrido entre el contagio y el diagnóstico, dando como resultado que el 55,6% de los pacientes tardó más de una década en saberlo, y el 17,2%, entre 5 y 10 años.

Ezequiel Mauro, director del Programa Nacional de Hepatitis Virales del Ministerio de Salud, dijo a Télam que «muchas veces es difícil saber el momento del contagio como pasa con otras infecciones como la Covid-19, por eso el tiempo en que las personas creen que se contagiaron hasta el diagnóstico, es prolongado».

En esta misma línea, Rubén Cantelmi, presidente de la Asociación Buena Vida y paciente curado hace ocho años luego de haber convivido con la enfermedad 35 años, recordó que «sentía que vivía con una bomba de tiempo adentro del cuerpo, que no sabía cuándo iba a estallar».

Por eso recordó que es una enfermedad asintomática y que «a muchos se la detectan cuando ya está avanzada. Es una enfermedad a la que no se le puede dar ventaja, ya que es la causa número uno de trasplante hepático en la Argentina».

La posibilidad de diagnóstico de la hepatitis C está ligada a la realización de un test.

Al respecto, Manuel Mendizábal, médico hepatólogo y secretario de la Comisión Directiva de SAHE, afirmó que “este virus progresa y daña lentamente. El análisis de sangre para detectar esta enfermedad es sencillo y económico, pero muchas veces no se solicita entre los estudios de rutina como el nivel de colesterol o de glucemia. Cuando uno va a hacerse un chequeo, puede pedírselo al médico al menos una vez en la vida para evitar complicaciones a futuro».

La Asociación Buena Vida presentó recientemente los resultados de una encuesta en la participaron 301 argentinos curados de hepatitis C o en camino a hacerlo, donde «cinco de cada diez, no conoce su diagnóstico» y «el 55,6% tardó una década en saberlo».

Entre otros datos, la encuesta indicó que en el 36% de los casos el diagnóstico fue accidental y en un control de rutina, el 26% tras una consulta médica por síntomas no vinculados a la hepatitis, el 20,2% al intentar donar sangre y el 6,5% participando de campañas gratuitas de detección en la vía pública.

Algunas personas también se enteraron en estudios prequirúrgicos, preocupacionales o prenupciales.

Según el Ministerio de Salud, la hepatitis C se transmite a través de la sangre al compartir agujas, jeringas, canutos o elementos cortopunzantes con personas infectadas; al hacerse un tatuaje o piercing con material no descartable o indebidamente esterilizado, o al tener relaciones sexuales sin preservativo u otro método de barrera.

Mauro señaló que desde el año pasado se viene realizando una recomendación de llamar al testeo de hepatitis virales, al menos alguna vez en la vida en toda persona mayor de 18 años.

Para el médico, el mensaje es destacar «la importancia que tiene el testeo para tener un diagnóstico a tiempo, lo que implica mayor porcentaje de curación y menor porcentaje de complicaciones sobre la glándula hepática, además de contagiar a terceros».

A partir del 2015, existen drogas antivirales altamente efectivas (que curan a más del 95% de los casos).

“Son tratamientos muy seguros, no invasivos y sin efectos adversos. Se trata de pastillas que se toman durante 8 a 12 semanas y que erradican completamente el virus», agregó Mauro.

A estos nuevos tratamientos se suma al hecho de que, desde el año pasado, se garantiza la cobertura universal a cualquier paciente con hepatitis, que tenga una carga viral positiva.

“Tiene que recibir su tratamiento antiviral”, dijo, y agregó que «las obras sociales, los privados y el Estado estamos obligados a brindar atención integral al paciente y acceder a ese tratamiento que lo va a llevar a la cura», resaltó.

La encuesta realizada también detectó que el 28,2% de los encuestados demoró más de un año entre el diagnóstico y el acceso a la medicación, porque «no le dolía nada», el 17,3% no sabía que la hepatitis C tuviera cura, el 21% creía erróneamente que el tratamiento generaba muchos efectos adversos y el 8% asumió que iba a tener que pagar por las drogas y que serían caras.

«En Argentina, el devenir de estos nuevos tratamientos permitió disminuir la aparición de nuevos casos de hepatitis C en un 25%, el porcentaje de trasplante por hepatitis C en un 60% y la mortalidad por esta entidad en un 29%», agregó Mauro.

Cantelmi, por último, consideró que, ante este cuadro de nuevos tratamientos y cobertura médica, «es el mejor momento histórico en la Argentina para detectar, tratar y curar la enfermedad», y «que hoy la hepatitis C es con «C» de cura».