La noticia fue confirmada por la Asociación Argentina de Actores a través de un comunicado en el que destacó su trayectoria y envió "condolencias a sus seres queridos acompañando el dolor"
Gogó Rojo, quien junto a su hermana Ethel conformó un memorable dúo de vedettes que brilló en el teatro de revistas especialmente en la década del `70, murió a los 78 años en su departamento del barrio porteño de Recoleta, a causa de un paro cardiorrespiratorio.
La noticia fue confirmada por la Asociación Argentina de Actores a través de un comunicado en el que destacó su trayectoria y envió «condolencias a sus seres queridos acompañando el dolor».
Hija de una pareja de reconocidos modistos de Santiago del Estero, nacida bajo el nombre de Gladys del Valle Rojo Castro, fue rebautizada como Gogó por ser la única palabra que pronunció en sus primeros años de vida.
Criada en el seno de una familia acomodada, fue impulsada por su hermana mayor Ethel en los estudios de danza y coreografía que años después daría sus frutos.
Su primera incursión en los grandes escenarios fue como integrante de un cuerpo de baile de rock en una obra en el Teatro Maipo protagonizada por Vicente Rubino, Nélida Roca y Alba Solis; poco antes de radicarse con su familia a los 15 años en España, en donde continuó su carrera artística.
En los primeros años de los `70, las hermanas regresaron al país e inmediatamente se convirtieron en un suceso de la revista porteña, con osados y acrobáticos números de baile, en obras junto a los más importantes capocómicos de la época.
En ese contexto, Gogó ganó fama de ser una mujer que hacía respetar su lugar tras pegarle una cachetada a José Marrone cuando le tocó la cola -algo más que común en las rutinas cómicas de la época-, del mismo modo en que en varias ocasiones debió fijarle firmes límites a Jorge Porcel.
Pero el gran hito en la carrera de las hermanas Rojo ocurrió en 1972, cuando en la obra «Pintadas de dorado», con Porcel, Alberto Olmedo y Juan Carlos Calabró, realizaban un número musical completamente desnudas y con el cuerpo coloreado como si se trataran de dos efigies de oro. Ese cuadro originó que las hermanas fueran contratadas para actuar en los más importantes teatros del mundo en ese género.
En el cine, Gogó y Ethel actuaron junto a Porcel y Olmedo en «Hay que romper la rutina» y «Maridos en vacaciones»; pero más allá del suceso local, la menor de la Rojo regresó a España en donde continuó su carrera.
Tras un fallido matrimonio con el periodista Oscar Otranto, Gogó se casó con un empresario brasileño y se radicó en San Pablo, por lo que durante varios años se mantuvo alejada de la escena, a diferencia de Ethel quien continuó ligada a la televisión en los `80.
Definitivamente separada de su segundo marido, Gogó regresó en los `90 a la Argentina en donde protagonizó un unipersonal en el que relataba su vida, aunque una dura enfermedad volvió a ponerla al margen de los escenarios durante varios años.
Fue recién en 2009 que pudo retomar su carrera de manera esporádica, con diversas obras en las que generalmente narraba diferentes sucesos de su vida artística, siempre asociados a una época de oro del teatro revisteril, a sus fracasos matrimoniales y a la manera en que había abordado su enfermedad.
Una de sus últimas apariciones en escena fue en la obra «Escoria», de José Maria Muscari, quien hoy la despidió con un mensaje en su cuenta de Twitter. “Así quiero recordarte, feliz, trabajadora y entera corazón rojo. Volá alto que acá en la tierra nos diste toda tu magia. Años trabajando juntos y riendo. Sos una estrella, siempre lo fuiste”, escribió el director, quien acompañó el texto con diversas fotos juntos.
“Que en paz descanses querida Gogó. Gracias por asistir a todos los programas donde fuiste convocada y tuve el placer de entrevistarte, chispeante, divertida, irónica y picante. ¡Te recordaré siempre brillando!”, publicó por su parte Moria Casán, una de sus más reconocidas colegas.