El fiscal a cargo de la investigación, Santiago Alfieri, ordenó diversos rastrillajes en esa zona para tratar de dar con el celular, las llaves del auto y otras pertenencias (de Calleja), pero no se encontró nada, explicó el funcionario policial
Los investigadores del crimen del contador Gonzalo Calleja, hallado asesinado en un campo de la ciudad entrerriana de Paraná, revisaron hoy sin éxito un aljibe en busca del teléfono celular de la víctima y realizarán nuevos allanamientos para recolectar evidencias, según informó hoy el subdirector de Investigaciones de la Policía de Entre Ríos, Ángel Ricle.
El procedimiento se realizó en un pozo ubicado a unos 50 metros de donde se encontró el cuerpo de Calleja el jueves 15 de julio último, debajo de un árbol y entre la maleza de un campo de trigo ubicado en las calles Báez y Montiel, aunque sin resultados, detalló Ricle a Télam, .
El fiscal a cargo de la investigación, Santiago Alfieri, ordenó diversos rastrillajes en esa zona para tratar de dar con el celular, las llaves del auto y otras pertenencias (de Calleja), pero no se encontró nada, explicó el funcionario policial.
El jefe policial adelantó a Télam que «se van a realizar otros procedimientos que van a ser durante esta tarde o mañana a la mañana», mientras que ya se llevaron a cabo otros «en relación a los (cuatro) detenidos, pero no se logró secuestrar nada de importancia» para la causa.
En el marco de la pesquisa se encuentran con prisión preventiva por 45 días Ezequiel David Morato, Alberto Enrique Osuna, Iván Elías Garay y Ramiro Gabriel Colman, acusados de «homicidio agravado, en concurso real con privación ilegitima de la libertad agravado», que prevé una pena máxima de 25 años de prisión.
Los cuatro están alojados en la Unidad Penal 1 de la capital entrerriana hasta tanto se les proporcione un dispositivo de monitoreo electrónico que les permita estar controlados en sus domicilios.
Calleja dejó de comunicarse con su familia la tarde del pasado miércoles 14 de julio, cuando fue capturado por las personas que finalmente lo mataron, según el expediente fiscal.
La principal pista de la investigación es que el contador fue privado ilegítimamente de la libertad en una situación vinculada a la compra y venta de dólares, actividad que desarrollaba el contador además de ser empleado en una empresa constructora.
Cerca de las 16 de ese día, los cuatro acusados «y otras personas no individualizadas, actuando en conjunto, lo sometieron» y lo «privaron de su libertad para sustraerle 15.000 dólares, su reloj inteligente, celular, billetera y mochila, hasta las 5:20 horas en el interior del departamento de Garay», dijo el fiscal.
Luego, agregó, le «dieron muerte por asfixia, y abandonaron el cuerpo en una zona de descampado».
El cuerpo fue hallado un día después en el descampado, a unos 8 kilómetros de donde estaba su auto Ford Fiesta, en cuya guantera se hallaron más de 9.500 dólares.