No obstante, un informe privado destacó que en la producción, las empresas enfrentan altibajos en su dinamismo, debido fundamentalmente a la pandemia de coronavirus, con contagios que obligan a paradas de planta e incertidumbre por futuras restricciones
El sector automotriz, el rubro informático y el agro lideran el repunte de la economía este año, tras la debacle provocada por la pandemia en el 2020, según un informe privado.
La producción automotriz, con un repunte del 54,4%; informática, TV y comunicaciones, con 36,2%; y aparatos de uso doméstico, con 24,5%; muestran la mejor performance en lo que va de este año. El agro también exhibe números positivos, con un aumento del 28,5% proyectado para 2021 en el precio de los commodities.
Así lo informó en un estudio de la consultora ABECEB, al señalar que los bienes durables compensan holgadamente las grandes pérdidas de 2020, cuando la cuarentena derrumbó un 10% al PBI.
Según el reporte, el año pasado la producción automotriz se contrajo un 18,7%; y el rubro de informática, TV y comunicaciones el 6,4%. En cambio, los aparatos de uso doméstico tuvieron una retracción del 2,5%.
«La brecha cambiaria, la dificultad para ahorrar en dólares y el resguardo contra la inflación son los principales factores que explican el impulso de estos sectores, por lo que puede estimarse que este alto nivel de demanda en los bienes durables está llegando a su techo», sostuvo el informe.
No obstante, destacó que en lo que hace a la producción, las empresas enfrentan altibajos en su dinamismo debido fundamentalmente a la pandemia con contagios que obligan a paradas de planta e incertidumbre por futuras restricciones ante la severidad de las nuevas cepas.
«El agro también exhibe números positivos, pero no debido a las cantidades que disminuyeron sino debido fundamentalmente a los altos precios internacionales de los commodities: con un aumento del 28,5% proyectado para este año, cura la pérdida del 11,2% del año anterior», indicó.
Y agregó que, en cambio, el sector que muestra el número más negativo es el de la carne bovina, que este año caería 4,7%, cuando en 2020 había mostrado un aumento del 1%.
Los cierres parciales a las exportaciones dan señales negativas a los productores en un contexto en el que el consumo interno sigue a la baja, mientras que los precios aumentan por arriba de la inflación. Las restricciones a las exportaciones tendrán implicancias a lo largo de toda la cadena, advirtió el reporte.
«Si bien en el corto plazo podría otorgar cierta mejora en el consumo interno, en el largo plazo será perjudicial», evaluó el análisis. Por su parte, la construcción recupera con una estimación de crecimiento del 23,3% para este año, contra la caída del 19,7% que registró en el 2020.
La siderurgia, en tanto, crecerá 24,3%, contra la baja del 21,4% de 2020, y la industria mejora el 11,3%, superando a la caída del 7,6 de 2020. En tanto, la minería va recuperando con un 20% para 2021, pero sufrió una merma del 19,8% en 2020, lo mismo que la refinería, que crece 12,6%, pero había caído 12,1% en 2020.
La industria textil y del calzado muestran mejoras pero no logran levantar cabeza. Con una estimación de suba de 17,5% en el sector industrial textil y 24,6% el calzado, no consiguen salvar la caída de 19,9% y 28,8%, respectivamente, de 2020.
«Si levantamos la mirada más allá del rebote y las ventanas de oportunidad de la regulación, son pocos los sectores productivos con perspectivas de una expansión sostenida», explicó Belén Rubio, economista de ABECEB.
Añadió que «los sectores competitivos continúan ampliando la brecha con los demás, en un contexto de aceleración de la adopción tecnológica ligado a la pandemia y con un mercado más chico donde no hay espacio para la inversión«.
«Ante una economía administrada, condicionada al ciclo político, y con una mirada de corto plazo, la estrategia de los negocios pasa más por movilizar la voluntad del regulador que por delinear una estrategia de crecimiento sostenida en el tiempo», advirtió la especialista.
De esta manera, señaló, se está «en un piso en términos de restricciones al comercio exterior, lo que implica un desafío de adaptación tanto para la producción como para los canales de comercialización».
Rubio alertó que hay «niveles muy bajos de demanda de dólares de turismo, atesoramiento y compras al exterior, por factores ajenos a la vida cotidiana».
Sin embargo, señaló que ya algunos sectores productivos como la industria automotriz y la de bienes de capital, tienen restricciones para garantizar el abastecimiento a la demanda.