El documental de la UNR expone la alarmante situación del río Paraná y CLG analizó la problemática junto a Jorgelina Hiba, periodista y realizadora del proyecto
Por Gonzalo Santamaría
El cambio climático es una realidad y aunque muchas veces parezca un hecho lejano, tanto en el territorio como en el tiempo, en cada rincón del mundo se pueden ver distintas anomalías del ecosistema. Sequías históricas que provocan incendios forestales devastadores en Australia, temporales nunca antes vistos en Europa y Asia y una bajante del río Paraná que enciende las alarmas, ante los ojos de Rosario, son algunos de los episodios que se pueden identificar rápidamente. Este último toca a la ciudad bien de cerca. Y un grupo de periodistas de la Universidad Nacional de Rosario (UNR) pusieron manos a la obra para exponer una extensa problemática y realizaron un informe audiovisual impactante. “Es un formato especial y entendiendo que la bajante es histórica intentamos hacer un material rápido”, describió en diálogo con CLG Jorgelina Hiba, una de las realizadoras del documental “Bajo Río”, que fue presentado en la señal Santa Fe Canal y en las redes sociales de la UNR.
“Nació de la preocupación periodística sobre lo que está pasando en nuestra región de manera extraordinaria. El pasado lunes 19 de julio vimos el registro más bajo de los últimos 22 años (-33 cm.) y el trabajo es la necesidad de retratar lo que ocurre”, contó la periodista rosarina especializada en medioambiente y agregó que también buscan dejar un material para consultas posteriores.
El mismo cuenta con voces como la de Andrés Sciara, docente investigador de la UNR y decano de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas; Pablo Cantador, referente de la ONG El Paraná no se Toca; Guillermo Lanfranco, gerente de comunicación de Aguas Santafesinas y usuarios del río, que analizan el cambio e impacto de la situación crítica que se vive hoy en el Paraná. Con la producción de Jorgelina Hiba, junto a Belén Bertero y Rocío Luna; las cámaras de Mario Armas y Camilo Postiglione; el drone de Ramiro Ortega; la edición de Mario Armas y Dana Tameron; y la gráfica animada de Fabián Gallego, “Bajo Río” expone como nunca antes las consecuencias que lleva el descuido del medioambiente.
La bajante extraordinaria del río Paraná es récord también en la cantidad de tiempo, debido a que las aguas permanecen bajas hace 730 días y el pronóstico indica que continuará hasta diciembre. Esta situación configura la peor situación hídrica detectada desde 1944 y no se descarta que se acerque a esos registros (-41 cm en la costa de Victoria, Entre Ríos).
Hiba también planteó que el video permite “interrogantes a largo plazo” y reconoció que aunque siempre hubo bajantes y crecientes, “este Paraná del Siglo XXI es un río muy diferente al del siglo pasado por la intervención humana en su cuenca y en el cambio climático”.
“Aparecen elementos nuevos en la actualidad y como periodistas nos tienen que interrogar sobre el fenómeno”, sentenció la mujer y expuso algunas preguntas retóricas: “¿Cuán natural es y cuánto es potenciado por la acción humana lo que pasa en el Paraná?”.
Ella, como habitué de la islas entrerrianas frente a Rosario, reconoció que lo más impactante del trabajo fue ver “un arenal sin agua” y reforzó su idea citando a pescadores, kayakistas y lugareños que sostienen la misma preocupación.
Las imágenes del dron que se utiliza grafican de manera contundente cómo está el río en estos momentos. Donde antes había mucha agua, ahora hay arena y tierra. “El humedal se transformó en un campo y eso es importante”, criticó Hiba sobre el cambio en el Delta del Paraná.
Las razones son varias, y bien explica el documental la falta de agua se debe a un ciclo natural, pero también la deforestación y el cambio de uso del suelo en la cuenca del río, aportan para que hoy el río con casi 5 mil kilómetros de extensión esté pasando uno de sus peores momentos. “¿Cómo va a responder el ecosistema? ¿Cuán resistente va a ser el río?”, volvió Hiba a aplicar la retórica.
“Es difícil encontrar una solución, pero cabe destacar y es muy positivo que el tema ambiental está muy instalado”, expresó la periodista rosarina y aseguró que desde hace una década “el grueso de la sociedad no miraba esta situación”. “La crisis de la quema del año pasado fue un sopapo para Rosario. Vivimos en un ecosistema único en su tipo y lo estamos dañando”, planteó.
Si bien Hiba destacó la toma de conciencia ambiental, argumentó que sólo apareció luego de la llegada del humo por lo que instó a una “conciencia extra”: “La salud del ambiente es la salud humana, no hay una sin otra. Cuidar al ambiente es cuidar tu salud”.
Lluvias recién en septiembre
La acción humana incide en el río Paraná pero no son las únicas explicaciones que se dan para esta bajante histórica. “La realidad es que todo el sur de Brasil, donde está la cuenca alta del río, está pasando la peor sequía en 90 años”, contó Hiba y manifestó que los pronósticos no esperan precipitaciones hasta la llegada de la primavera, además aclaró que tiene que “llover mucho”.
“También hay que tener en cuenta que son 5 mil kilómetros de río, hasta que todo ese volumen de agua humedezca la cuenca del río falta más aún porque la cuenca es muy grande”, expresó.
¿Podría faltar agua en Rosario?
En el Delta del Paraná siempre fue un inconveniente el exceso de agua y las inundaciones. Pero el documental muestra que la falta de agua podría generar un déficit inédito en la presión del servicio que presta Aguas Santafesinas. “Guillermo Lanfranco explicó muy bien que la empresa afronta esto y preocupa no sólo por la falta de agua sino por el tiempo que lleva (más de 730 días)».
El esfuerzo de la planta potabilizadora para llevar agua a Rosario requiere una mayor inversión en estos tiempos para una ciudad, según arrojó Hiba, ya que “consume muchísimo este recurso”.
“Es otro llamado de atención para que dejemos de pensar que el río es infinito, que los recursos naturales no se acaban nunca. Tenemos una buena calidad de agua, sin embargo tenemos que saber que no es gratis y es un sistema muy presionado”, enfatizó la realizadora del documental.
¿Y después del documental?
“Me gustaría ver cómo termina la historia, ver cómo se recupera el río, de qué manera, cuánto cambió el paisaje, si hubo un cambio en la percepción ciudadana en cuanto al Paraná y a todo lo que nos brinda el ecosistema”, deslizó la ideóloga de Bajo Río.
En sus palabras se puede divisar un halo de esperanza y con eso elige quedarse. “No queda otra”, manifestó con calma y volvió a remarcar la conciencia social que fue en creciente en los últimos años.
Por último, llamó a que esa conciencia llegue a “quienes tienen que tomar decisiones”, no obstante fue contundente: “Tengo la certeza que sin presión social no pasa nada y vamos por eso”.