Por Enrique Genovar
Central empezará a jugar la serie de octavos de final de la Copa Sudamericana, lo más importante de este año. El Canalla jugará en Venezuela, donde Táchira se ha hecho muy fuerte en los partidos de zona de grupos de la Libertadores y en donde tiene los mejores números en el torneo de su país. Un partido de los denominados bravos es el que tendrá esta noche el equipo del Kily, pero no hay que perder de vista que es el primero de una llave que se cerrará el jueves que viene en el Gigante.
Claro que Central para este primer chico no llega como quería. Es que el Kily no podrá contar con Jorge Broun, Damián Martínez ni el capitán Emiliano Vecchio. Al arquero y al enganche los reemplazarán juveniles y eso nunca es bueno y más para medirse a nivel internacional. Pero los chicos por algo están en el plantel de primera y se tendrán que hacer fuertes para que las ausencias se noten lo menos posible.
Además, a esas bajas obligadas, hay que sumarle que no se sumó ninguna cara nueva para esta serie ante los venezolanos. Algo que el entrenador había pedido, pero que finalmente no sucedió.
Más allá de eso, en la previa, antes de las ausencias, el Canalla por cómo terminó el semestre pasado era favorito. Hoy seguramente con todos estos inconvenientes que tuvo la cosa se ha emparejado. Así y todo es el gran objetivo de este semestre la Sudamericana y es por esto que en Venezuela se jugará gran parte de esto.
Una cancha difícil, con césped desgastante y con la probabilidad de lluvia siempre latente. Seguramente el local querrá tratar de cerrar la serie hoy mismo y el Canalla todo lo contrario. Hacer un partido inteligente, largo, de dosificar energías y de aprovechar las chances que tenga debe estar en la estrategia del Kily y sus colaboradores. Central, más allá de todo, depende de sí mismo para pasar a la siguiente etapa y seguir en busca del sueño de ganar otro título a nivel internacional.