El crimen ocurrió en una vivienda del partido bonaerense de La Matanza, en octubre de 2017, ante la presencia de dos menores de 1 y 3 años
Un hombre fue condenado a prisión perpetua por el femicidio de su pareja, una profesora de química asesinada en el partido bonaerense de La Matanza durante una discusión con el padre de sus hijos de 1 y 3 años, uno de los cuales luego les dijo a los familiares: «papá le puso una bolsa en la cabeza y la mató», informaron hoy fuentes judiciales.
Se trata de Ricardo Ocampo Ayala (31), quien recibió la pena máxima por el delito de «homicidio agravado por el vínculo y por haber mediado violencia de género» en perjuicio de Mariana Denise Mastrángelo (23).
Fuentes judiciales informaron a Télam que la decisión fue tomada por el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) 3 de La Matanza, cuyo fallo coincidió con el pedido del fiscal de juicio, Daniel Pagnotta.
La defensa había argumentado en su alegato que el condenado sufrió una «alteración morbosa de las facultades mentales», lo cual fue descartado por los jueces.
El representante del Ministerio Público dio por probado que el hecho ocurrió alrededor de las 21 del domingo 29 de octubre de 2017, en una vivienda situada en José Antonio Miralla al 5300 y Camino de Cintura, frente a la rotonda de La Tablada, donde el acusado intentó suicidarse con un cuchillo.
En esa ocasión, Ocampo Ayala llamó a su padre, de nacionalidad paraguaya, para decirle que fuera a buscar a sus hijos porque se había «mandado una cagada» con su concubina.
Al llegar al lugar, el hombre y otros familiares de la joven que no podían ingresar al inmueble, escucharon el llanto de los hijos de la pareja.
Ante esta situación, derribaron la puerta, ya que estaba cerrada con llave, y al entrar la familia encontró el cuerpo de la docente en una habitación de la casa, mientras que Ocampo Ayala no estaba.
Los chicos de la pareja fueron rescatados y puestos a resguardo, aunque el mayor de ellos llegó a decir: «Papá le puso una bolsa en la cabeza y la mató».
Los familiares alertaron a efectivos de la comisaría 3ra. Noreste de La Tablada que iban a bordo de un patrullero y contuvieron a los hijos que habían presenciado el crimen.
Las fuentes agregaron que el fiscal de instrucción Carlos Arribas supervisó el trabajo de Policía Científica que realizó los peritajes correspondientes.
Los voceros añadieron que cuando las tareas estaban terminando el funcionario judicial observó una puerta de madera que no había sido abierta por la Policía.
El fiscal le pidió a un efectivo que abriera y en ese momento vio que había sangre en el piso, por lo que le dijo que tuviera cuidado porque podría haber otra persona herida.
Al abrir la puerta se percataron de que Ocampo Ayala estaba escondido, ensangrentado y gritando que se iba a matar ya que se había cortado el cuello y las muñecas.
Ante esa situación, personal del Grupo Halcón fue convocado al lugar y un negociador logró que Ocampo Ayala se entregara, tras lo cual fue trasladado al hospital Alberto Balestrini, en Ciudad Evita, donde fue curado por los médicos.
De acuerdo a las fuentes, el sospechoso se negó a declarar y sólo le relató a los policías que lo detuvieron que la había matado porque ella quería terminar la relación y comenzar una nueva con otro hombre, aunque esos dichos nunca tuvieron validez judicial.
Por su parte, el médico legista estableció que Mastrángelo murió por sofocación dado que en el cadáver no había lesiones, el cuello no tenía marcas y sólo había sangre en las fosas nasales.
Al respecto, el resultado de la autopsia corroboró que la causa de la muerte fue por asfixia.
Además, los investigadores no encontraron ninguna bolsa en la escena del crimen pese a que el niño había dicho que fue ese elemento el utilizado para asesinar a su madre y sospechan que en realidad pudo haberla asfixiado con una almohada.