"Corresponde que las autoridades fiscales procedan a desenredar la madeja", dijo el canciller boliviano -y agregó- "irán saltando los nombres y los responsables que deberán ser convocados a declarar"
El canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, sostuvo hoy que el material bélico enviado por el Gobierno de Mauricio Macri a Bolivia en el año 2019, constituye «una contribución concreta, real, al proceso de ruptura del orden institucional» del Gobierno de Evo Morales, lo que derivó en el régimen de facto de Jeanine Áñez.
«Lo que nosotros advertimos es que este material enviado por el gobierno de Mauricio Macri ha sido una contribución concreta, real, al proceso de ruptura del orden institucional», dijo el Canciller esta mañana en declaraciones a Radio 10.
De esta forma se refirió a la denuncia que realizó ayer Bolivia quien encontró documentación referida a que la administración de Mauricio Macri proveyó de manera clandestina «material bélico» al régimen de Añez para reprimir las protestas sociales que tuvieron su punto máximo en las llamadas «masacres de Sacaba y Senkata».
La información fue difundida a la prensa por Mayta, quien dio un detallado informe sobre el armamento que el Gobierno de Juntos por el Cambio (JxC) habría proporcionado a Áñez, ante lo cual el presidente Alberto Fernández le envió una nota a su par boliviano, Luis Arce, para lamentar el hecho y expresarle su «dolor y vergüenza».
En declaraciones radiales esta mañana, el canciller añadió que ahora «la calificación jurídica corresponderá darla a los fiscales y jueces» respecto de la situación en la que se encuentra el exjefe de Estado argentino, pero insistió: «Nosotros advertimos colaboración y articulación internacional para consolidar el golpe de Estado».
También dijo que «no hablamos solo de Argentina» ya que «también hay evidencia de Ecuador, y no nos parece descabellado un comportamiento similar de otros países».
En este sentido, dijo que desde el gobierno boliviano a cargo de Luis Arce están «espantados» porque observaron «una especie de reedición contemporánea del Plan Cóndor», en estas actitudes.
También recordó que «cuando el presidente Evo Morales fue obligado a renunciar por sugerencia, entre comillas, de los militares, trató de salir en un avión del estado mexicano y se le fueron cerrando espacios aéreos».
El canciller dijo además que «corresponde que las autoridades fiscales procedan a desenredar la madeja» y se mostró esperanzado en que en este proceso «irán saltando los nombres y los responsables que deberán ser convocados a declarar».
Sobre la nota en la que las autoridades de facto bolivianas agradecen el envío del material bélico el canciller resaltó que si bien hay «gases, también existen 40 mil cartuchos de munición que por la experiencia en Bolivia pasan como no letales, pero que en varios escenarios, lo han sido».
«Junto con esos pertrechos que llegan una parte de la Argentina, también llega de Ecuador militares y policías que desarrollan un durísimo proceso de represión de la protesta social que reclamaba que no se rompa el orden constitucional», recordó el funcionario.
En este sentido, expresó que esas protestas «fueron acalladas con el uso de este material y provocaron dos escenarios de masacre: Uno en Cochabamba, en la población Sacaba; y otro en la ciudad el Alto, en un barrio que se llama Senkata».
«También en otros escenarios se ha dado muchísima represión con este material», sumó.
Ayer Mayta manifestó desde su cuenta de Twitter que «Macri proveyó por debajo ‘material bélico’ al régimen de facto de Jeanine Áñez en 2019 para reprimir la protesta social y consolidarse en el gobierno por la fuerza», y advirtió que: «Las masacres de Sacaba y Senkata no pueden quedar en la impunidad».
El mensaje estuvo acompañado por la publicación de la nota de un militar boliviano a la embajada argentina, con fecha del 13 de noviembre de 2019, en la que se da por recibido el material y le adjunta un detalle del envío.
Por esos episodios, hoy Áñez debe declarar ante la Justicia de Bolivia.