"Casi sin dar aviso puede matar o dejar secuelas en gente de distintas clases sociales", advirtió el médico toxicólogo Héctor Berzel
El monóxido de carbono, que fue la causa este fin de semana de la muerte de una joven y tres menores de edad en el barrio porteño de San Cristóbal, es considerado como el «asesino silencioso», que mata entre 20 y 40 personas en la Argentina por año.
«Lo llamamos el asesino silencioso porque casi sin dar aviso puede matar o dejar secuelas en gente de distintas clases sociales», advirtió el médico toxicólogo Héctor Berzel, asesor del servicio de emergencia metropolitano (SAME) de la Ciudad.
El experto señaló que la peligrosidad del gas consiste principalmente en que «generalmente no se huele» y sus síntomas son confundidos con las de otras afecciones.
En diálogo con el canal TN, Berzel destacó que «todos los años hay entre 20 y 40 muertes en la Argentina por monóxido de carbono».
El toxicólogo sostuvo que en muchos casos, los síntomas del monóxido de carbono son confundidos con los provocados por una intoxicación alimentaria.
Explicó que «los síntomas suelen ser en principio un dolor de cabeza, una cefalea, que es fundamentalmente frontoparietal. Es un dolor fuertísimo que no calma con analgésicos comunes, sino con oxígeno».
«Después puede haber náuseas y vómitos, por lo que se lo confunde con una intoxicación alimentaria. Después hay pérdida de conocimiento y puede llevar a la muerte», expresó al respecto.
También señaló que «muchas veces la gente entra a asistir a otra en una vivienda y se desmaya también», por lo que marcó que «lo que hay que hacer» en esos casos «es abrir todo y después recién atender al paciente».
El médico dio varias recomendaciones para evitar los accidentes con monóxido de carbono: «En primer lugar, los elementos de calefacción a gas tienen que ser siempre arreglados y revisados por gasistas matriculados. Las estufas tienen que ser de tiro balanceado y ser revisadas una vez por año».
Asimismo, advirtió que «los calefones no deben estar en los baños y las salidas deben ser controladas, porque al ser un lugar calentito se suelen hacer nidos de pájaros».
Además, dijo que «nunca se debe calentar los ambientes con hornallas ni con el horno, porque eso es producción de monóxido seguro».
Por otro lado, marcó que «las clases menos pudientes tienen que evitar el uso de los braceros y si no lo pueden hacer, mantener una ventana o puerta abierta».
Y la recomendación más importante para pasar el invierno es «tirarse el ropero encima o dormir lo más abrigado posible».