El presidente de Venezuela denunció al ex presidente estadounidense Donald Trump de ordenar su muerte
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, acusó hoy a Estados Unidos de estar preparando un plan para matarlo y a “importantes líderes políticos y militares” de su país, tras las recientes visitas del director de la CIA y el comandante del Comando Sur, William Burns y Craig Faller, respectivamente, a Colombia y Brasil.
En un acto militar, el mandatario primero acusó al expresidente estadounidense Donald Trump de ordenar su muerte y luego puso en dudas que esa orden aún siga en vigor bajo el gobierno de su sucesor, Joe Biden, según la transmisión del acto publicada en su Twitter.
“El presidente Donald Trump dio la orden de matarme, de matar a los principales líderes políticos y militares de nuestro país. Abierta y públicamente lo intentaron una vez, el 4 de agosto de 2018 y Dios puso su mano y salvó nuestra integridad física”, aseguró y luego agregó: “Hoy por hoy tengo dudas…¿Joe Biden habrá ratificado las órdenes de Donald Trump de llevar a Venezuela a una guerra civil y matarnos?”
En ese punto, Maduro vinculó esta posibilidad a las recientes giras del jefe de la CIA y del Comando Sur a la región.
“¿Qué hace el director de la CIA dos días en Colombia y dos días en Brasil? ¿Qué hizo el comandante del Comando Sur de Estados Unidos Craig Faller en Colombia cuatro días incluyendo una visita a la frontera con Venezuela? Nuestras fuentes en Colombia nos aseguran que vinieron a preparar un plan para atentar contra mi vida y contra la vida de importantes líderes políticos y militares de Venezuela”, denunció el mandatario y le pidió a la Fuerzas Armadas que se mantengan “atentas”.
Faller llegó a Colombia el pasado 21 de junio en una visita que tenía como objetivo declarado reforzar la alianza en seguridad y defensa existente entre Washington y Bogotá.
Por su parte, Burns arribó a Colombia el jueves para participar en una misión “delicada” en materia de seguridad, según publicaron medios estadounidenses.
Hace unas semanas, un coche bomba estalló dentro de un cuartel del Ejército colombiano donde había un grupo de asesores militares estadounidenses. Ninguno resultó herido, pero el FBI prometió cooperar con la investigación.
Poco después, en la misma ciudad de Cúcuta, el helicóptero en el que viajaba el presidente colombiano Iván Duque y varios de sus ministros recibió disparos, en lo que fue calificado por el gobierno de ese país como “un atentado”.
Cúcuta se encuentra cerca de la frontera con Venezuela y el cuartel del Ejército atacado es considerado una base estratégica ya que concentra las operaciones militares en esa zona lindante, en donde operan distintos grupos armados irregulares, principalmente guerrillas colombianas y cárteles del narcotráfico.