Baja en las ventas e incrementos semanales o mensuales de costos: las coincidencias en todos los sectores comerciales relevados por CLG
La pandemia de coronavirus se instaló en Argentina hace ya un año y medio, haciendo aún más dura una crisis económica que ya existía. Tras un 2020 muy difícil para todos los trabajadores, el 2021 comenzó con expectativas de apertura y mejoría, pero la segunda ola volvió a complicar las cosas. CLG recorrió comercios de diversos rubros y todos coincidieron en que los aumentos de precios son constantes, en mayor o en menor porcentaje pero se dan semanal o mensualmente. Eso genera, coinciden en afirmar, bajas en las ventas. Desde el sector farmacéutico indican: «No hay un medicamento que el mes siguiente valga lo mismo”.
“Cayeron las ventas en un 50% o 60%, en comparación a lo que veníamos vendiendo cuando había clases. Este es un sector muy castigado en lo económico”, expresó a CLG el titular de un kiosco.
Según comentó, tiene el negocio hace 16 años y “estos últimos años se fue todo de las manos, todo el tiempo aumenta todo”. “Todas las semanas hay que cambiar los precios. Los cigarrillos se pagan a un precio esta semana y la que viene otro. El chocolate aumenta, todo. Es insostenible”, agregó.
Las farmacias fueron comercios considerados esenciales, por lo que nunca cerraron sus puertas a pesar de la emergencia sanitaria y las restricciones. Sin embargo, desde el sector afirman que “se nota la disminución de ventas ante la ausencia de enfermedades estacionales”.
Sobre los precios, un representante del sector farmacéutico indicó que “van aumentando mes a mes”. Y explicó: “No se da más lo que sucedía antes cuando, por ejemplo, los medicamentos aumentaban todos un 20%. Me parece que es una estrategia lo de no aumentar todos de golpe para que no sea noticia, pero no hay un medicamento que el mes siguiente valga lo mismo”.
“El movimiento está deprimido con respecto a los años previos a la pandemia. Ahora que empezaron los fríos, la gente trata de salir lo menos posible. Del año pasado a este estamos parejos en ventas”, concluyó.
Mientras tanto, el titular de una panadería y pastelería de la ciudad, un rubro que tiene a la temporada invernal como una época de mejoría en las ventas, expresó que si bien notaron un incremento, “sigue siendo no muy regular, no hay continuidad”.
“Los precios de la materia prima suben todo el tiempo, a veces hasta un 30% o 40%. Las materias grasas aumentaron un 100%. Tenés que ir ajustando el lápiz y retocando los números. Tratamos de no hacer una suba tan grande en el precio”, comentó. El panadero finalizó estimando que el comercio está “en un 60% o 70% de las ventas que tenía antes de la pandemia”.
Otros negocios que no debieron cerrar sus puertas en ningún momento de la pandemia, fueron las verdulerías. A diferencia de las panaderías, este es un sector que suele sufrir una baja en las ventas durante el invierno, ya que “no hay tanta variedad” de frutas y verduras.
“Ahora que se levantaron un poco las restricciones, hay un poco más de ventas que al principio de la pandemia. Pero cayó a comparación de otros años. Hay mucha gente sin trabajar”, dijo un verdulero rosarino a CLG.
“Lo más caro son las cosas que no son de temporada, como el tomate, zapallitos, algunas verduras de hojas. Un kilo de tomate 200 pesos y en verano estaban 200 los 2 kilos. Las ventas han bajado un 15% o 20%”, cerró.
Por otra parte, una casa de venta de muebles y artículos de decoración analizó que “en junio mejoraron las ventas”, pero que en el rubro “no se ve mucho efectivo, casi todo el mundo compra con tarjetas”.
Una trabajadora del sector coincidió con el resto de los comerciantes consultados por CLG en que “hay aumentos constantes, es un porcentaje pequeño, un 10%, pero a la gente ya le cuesta comprar antes del aumento. Por eso, muchas veces el comerciante se come el aumento para que la mercadería fluya”.
“La pintura es lo que más aumentó. Otro aumento muy grande es en hierro, madera. Todos los meses hay incrementos, seguro entre 10% y 15%”, agregó.
Reclamos puntuales por abusos o incumplimientos
CLG consultó en la Oficina de Defensa al Consumidor de Rosario si los constantes aumentos de precios se han traducido en denuncias por parte de los consumidores rosarinos. Su titular, María Julia Bonifacio, expresó que “la oficina no tiene la potestad para controlar los precios, entonces no recibimos reclamos por aumentos”.
“Sí tenemos reclamos puntuales cuando existen abusos por parte de los comerciantes o cuando hay incumplimientos de las normativas vigentes, a veces porque los comerciantes desconocen y otras veces porque saben sus obligaciones, pero no las cumplen abusándose del consumidor”, añadió Bonifacio.
Asimismo, la titular de Defensa al Consumidor aseguró que en este contexto de pandemia y de cambios constantes en las normativas, “a veces la gente tiene un desconocimiento de lo que corresponde, lo que no corresponde”. “En eso tienen un rol muy importante los medios, de comunicar de la mejor forma posible para que el consumidor sepa qué es lo que le corresponde y lo que no”, agregó.
Por otra parte, recordó que “durante el año pasado, había un programa relacionado a los Precios Máximos y se había gestionado un operativo junto a la Secretaría de Comercio Interior, la Municipalidad y la Oficina de Defensa al Consumidor, para el control”.
En este sentido, la Oficina cumplía el rol de recepcionar las denuncias de control de precios, más que nada de los precios de los alimentos de la canasta básica, y de los comercios que incumplían con las normativas. “Se llevó adelante durante un par de meses. Las denuncias se las trasladábamos a los inspectores de la Municipalidad”, aseguró Bonifacio.
“La mayoría de las personas tiene que hacer un relevamiento de lo que quiere comprar y conseguir el mejor presupuesto. Ocurre con los comercios y los servicios de todo tipo. Hoy uno es el que tiene que preocuparse por cuidar su bolsillo e ir buscando el mejor precio o el mejor presupuesto para lo que quiere adquirir”, dijo a CLG.