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Piden que no circulen sobre manta protectora del túnel subfluvial que quedó al aire por la bajante


En varios sectores del río Paraná sobresale la protección por la falta de agua. Solicitan tener precaución y no llegar a la zona

El Ente que administra el túnel subfluvial que une a la ciudad de Santa Fe con Paraná advirtió sobre el riesgo de caminar o circular en barcazas pequeñas por encima de la manta protectora de ese pasaje, que quedó expuesta en algunos de sus tramos por la bajante del río Paraná.

Si bien el Ente aclaró que «no hay riesgo» en el interior del viaducto ni para la navegación por la zona, solicitó tener precaución y no circular por encima de la manta protectora, aunque ya se notó un crecimiento del río en varias ciudades.

La bajante dejó a la luz en algunos sectores la manta protectora geotextil de hormigón y de unos 900 metros del túnel subfluvial.

El Ente explicó que sus equipos técnicos «realizan constantes mediciones batimétricas» y que «no se observaron cotas comprometedoras ni anomalías en la distribución del flujo».

Mientras, las cubiertas protectoras muestran «un comportamiento adecuado, dentro de un escenario de aguas bajas».

«Queremos transmitirle seguridad a los usuarios: donde se hace visible la manta ya hay entre 12 y 18 metros de tierra por encima del viaducto», apuntó el Ente.

El director técnico del organismo, Augusto Cortés, afirmó que la manta protectora mantiene «confinado el suelo y permite evitar pérdidas de las capas de arena» que existen entre el túnel y dicha manta.

Asimismo, recomendó «no caminar ni acercarse» a la manta visible ya que «se pueden lastimar y hasta perder la vida. Es una zona peligrosa y hay que tener precaución».

En diálogo con la prensa local, Cortés detalló que existen «boyas que delimitan el canal de navegación» comercial, pero llamó a «no acercarse y evitar todo tipo de inconvenientes» con barcazas pequeñas.

En la ciudad de Paraná, el río creció siete centímetros y tiene hoy una altura de -5 centímetros (por debajo de la altura sobre nivel del mar), lejos del límite de aguas bajas (2,30 metros), 1,20 metros menos que a principios de junio, y se prevé que alcance niveles muy similares a los registrados en el año que más descendió en la historia.

A raíz de la bajante, viviendas y calles costeras tuvieron grietas y quiebres en el suelo; varias embarcaciones quedaron encalladas y se registran cambios en la morfología y el ecosistema natural de las islas y la costa.

Por su parte, el Instituto Nacional del Agua (INA) advirtió que la tendencia descendente «va a continuar en las próximas semanas», y existe una «máxima probabilidad de que persista durante el invierno» y siga de forma «similar en el último trimestre del año».

El organismo espera impactos en «las tomas de agua para consumo urbano; para refrigeración de centrales de generación eléctrica y de procesos industriales», además de problemas en «la navegación fluvial; fauna íctica; estabilidad de márgenes» y una «exposición a incendios en márgenes e islas».

En Diamante, la altura del río se incrementó al alcanzar los 25 centímetros de altura, pero por debajo de los 2,40 metros del límite y 1,18 metros menos que el 6 de junio.

En La Paz, el río Paraná creció 16 centímetros los últimos días y se mantiene estable con 56 centímetros, 1,24 metros menos que a principios de mes y muy por debajo de los 3,20 metros de límite de aguas bajas.

En Victoria, el río aumentó cuatro centímetros y alcanzó los 1,18 metros pero continúa lejos de los 2,60 metros que marcan las aguas bajas.