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Colombia: nuevas manifestaciones y disturbios en protestas a dos meses del estallido social 


Manifestantes piden una reforma de la policía y un Estado más solidario para lidiar con los estragos económicos de la pandemia

Los nuevos choques entre manifestantes disconformes con el gobierno del conservador Iván Duque y la policía que se produjeron ayer en Colombia, al cumplirse dos meses del estallido que dejó ya más de 60 muertos, generaron también una polémica entre la alcaldesa de Bogotá, Claudia López, a quien apoyó el ex presidente Álvaro Uribe, y el líder de izquierda Gustavo Petro.

Las protestas condujeron a choques con la fuerza pública en diversas ciudades pero no se registraron heridos, de acuerdo con los reportes oficiales.

El escuadrón antidisturbios intervino «en 20 ocasiones en varias ciudades», informó en un audio enviado a medios el director general de la Policía, general Jorge Vargas.

Tres instalaciones policiales en Bogotá, Medellín y Pereira fueron atacadas durante la jornada de ayer, mientras que una estatua de Cristóbal Colón fue derribada por manifestantes en la ciudad de Barranquilla, reportó la agencia de noticias AFP.

Una docena de vehículos de transporte público también fueron «vandalizados», según Vargas.

En la capital, decenas de personas dibujaron frente al tribunal de paz siluetas de civiles asesinados por militares en el conflicto de más de medio siglo que aún no ha cesado, pese al acuerdo firmado en 2016 con la guerrilla FARC, incumplido reiteradamente por el Gobierno de Duque según denuncias de diversos organismos defensores de derechos humanos.

En tanto, en Medellín manifestantes de la llamada «primera línea» fueron duramente reprimidos por tanquetas hidrantes y agentes del escuadrón antidisturbios.

Lo que comenzó el 28 de abril como una protesta contra un plan del Gobierno para subir impuestos a la clase media se convirtió en una movilización sin precedentes.

Los manifestantes exigen una reforma de la policía y un Estado más solidario para lidiar con los estragos económicos de la pandemia, que elevó la pobreza del 37% al 42% de la población.

Aunque el frente más visible de las movilizaciones suspendió las protestas hasta el 20 de julio, otros sectores inconformes mantienen activas sus marchas, concentraciones y bloqueos, que según el Gobierno han llevado la pandemia a niveles récord de muertes y contagios.

La alcaldesa López, de Bogotá, responsabilizó directamente a Petro, senador nacional por Colombia Humana y seguro candidato a presidencia 2022, por algunos bloqueos en la capital.

«Con la dotación que les dan dirigentes de Colombia Humana, pinchan, bloquean y secuestran buses, pocos jóvenes radicalizados para hacerles la campaña del caos, la obstrucción y destrucción de Transmilenio y la tranquilidad ciudadana», escribió López en su cuenta de la red Twitter.

En otro mensaje, agregó: “Y su jefe máximo condiciona dejar el caos polarizante a que Bogota dejé de invertir en Transmilenio. Son muchas voces y acciones de la misma organización en la misma dirección de radicalización y destrucción. Una vez más los invito a recapacitar. Tienen mejores formas de ganar”.

El Transmilenio es el sistema de transporte público que circula por toda la ciudad en carriles exclusivos de una red bien extendida.

La curiosidad –por la lejanía ideológica que tienen- fue que el primer respaldo a la denuncia de la alcaldesa fue del expresidente y ahora senador Uribe: “muy importante la denuncia de la alcaldesa Claudia López sobre los proveedores de dotación a los violentos”, escribió.

La respuesta de Petro llegó pronto, también vía Twitter: «para desinflar llantas no se necesitan dotaciones y los gestores de convivencia fueron fortalecidos en la Bogotá Humana precisamente para no usar el Esmad», escribió el senador, reivindicando su pasada gestión como alcalde.

«Cuando el claudismo decía que no le podíamos ganar a Uribe competía en progresismo; ahora, que saben que solo una coalición total de la derecha y él puede intentar detenernos, se traslada a la derecha. El paso de Claudia a la derecha es calculado», agregó Petro.

Atribuyó “la respuesta estatal” a las protestas a “una táctica electoral de la derecha” sobre Colombia Humana y advirtió que “la coalición centroderecha que se configurará busca antes que nada impedir que las cosas cambien, y si algo necesita la sociedad y el Estado es el cambio”.

Aunque para las elecciones falta poco menos de un año, Petro se perfila como candidato de una alianza de izquierda por ahora agrupada en el llamado Pacto Histórico. Varias encuestas lo muestran primero en intención de voto.

También la cuenta oficial de Colombia Humana rechazó las denuncias de López: «Alcaldesa Claudia López, por favor no mienta más para difamar nuestro proyecto político. Ni Petro, ni CH somos los responsables de los actos vandálicos o violentos que se den en este estallido social. Asuma su responsabilidad, deje de culparnos y gobierne», aseguró el partido.

Más de 60 personas murieron durante las protestas, según autoridades civiles y la Defensoría del Pueblo.

La ONG Human Rights Watch acusa a la policía de estar implicada en al menos 20 homicidios, y asegura que 16 de las víctimas recibieron tiros disparados por agentes con intención de «matar».

Estados Unidos, la Unión Europea y la ONU rechazaron los abusos policiales.

El Gobierno asegura que grupos ilegales dedicados al narcotráfico y el Ejército de Liberación Nacional (ELN), última guerrilla reconocida del país, se infiltra entre los manifestantes para generar caos.