Por Carlos Duclos
“Me dijeron que en el Reino del Revés / nadie baila con los pies, / que un ladrón es vigilante y otro es juez /y que dos y dos son tres”. La famosa canción de la siempre recordada María Elena Walsh bien podría aplicarse a la vida argentina, muy especialmente a la vida política. En este país del revés, saturado en estos días de aborto, todo está al revés .¿O no?
Mientras todo el espectro político y mediático ha llevado a buena parte de la sociedad a pensar nada más que en la ley de despenalización del aborto, mientras pañuelos verdes confrontan con celestes, el índice de pobreza ha aumentado al 33 por ciento (un escándalo); los robos y homicidios siguen en alza; la inflación llegará a fin de año a más del 30 por ciento; las tarifas suben; los servicios son pésimos; los salarios no alcanzan y los desempleados, que cada vez son más, claman al cielo ¿Seguimos? Bueno: la mitad de los niños y jóvenes del país son pobres; los jóvenes profesionales después de años de estudios se la ven en figurillas para ejercer su profesión, y si logran tener algunos pacientes, como es el caso de los que están vinculados al arte de curar, gran parte de sus magras ganancias se las lleva la Caja del Arte de… ¿curar? ¡Un diputado y un senador provincial por aquí, por favor, para cambiar una ley que es para llorar!
En este país del revés, la educación está por el piso, los docentes ganan migajas (mejor decir que pierden cada día más derechos) y la corporación política, al servicio del establishment, se ha ocupado y ocupa hábilmente en dividir a la sociedad. Una sociedad que muchas veces compra el discurso político y las paparruchadas, mala leche y operetas de los amigos del gran Poder Judicial que tiene mucho poder y poca justicia.
Hoy el tema es el aborto, señoras y señores, de la vida digna, de la justicia, de la paz interior y social, de los derechos de los niños, jóvenes, adultos y hombres y mujeres de la tercera edad se hablará en otro momento ¿Se hablará? Por supuesto, se hablará. Se hablará para la gilada, mentiras, hipocresía, puro marketing ¿Soluciones? Jamás.
Este es el país del revés. El país en donde una presidenta ayer se negaba a tratar el tema de la despenalización del aborto, pero hace unas horas como senadora votó a favor. El país de un presidente (cuya gestión es pésima) que cuando no lo era defendía la vida y ahora propuso debatir la despenalización del aborto, mientras el país se cae a pedazos no solo en lo económico, sino en lo moral e intelectual.
Este es el país de los cuadernos “Gloria” que fueron quemados en una parrilla, y que los sustituyen como prueba unas fotocopias en las que además de anotarse las trapisondas de funcionarios kirchneristas, figuran empresarios y algunas empresas (por si no está claro) de familiares del presidente ¿No es una bonita joda para Videomatch todo?
Y como el tema aborto se acabó y el caso de los Gloría se desinflará porque es un mamarracho, ya comienza la Superliga, y si aumentó la pobreza o las tarifas no se pueden pagar, o si cierran los comercios y echan a los empleados, la cuestión podrá morigerarse mediáticamente, porque 11 detrás de una pelota pueden mucho; menos, por supuesto, pasar a cuartos de finales en un mundial.
Y si la cosa se pone espesa, bueno, quién sabe, por allí los extraterrestres o algunos espectros invadirán algún pueblo pampeano, o tal vez aparezcan los cuadernos “Éxito”, mejor dicho las fotocopias y “¡cartón lleno!”.
La pobreza sigue aumentando señores. ¿A esa cuándo la abortan?