Si bien es difícil medir la intención de voto que Manes puede tener, lo cierto es que en las encuestas de opinión es considerado por la gente como un dirigente creíble y con fuerte imagen positiva
La decisión del neurocientífico Facundo Manes de lanzarse de lleno a la política de la mano de la Unión Cívica Radical alteró el tablero electoral de la coalición opositora y ahora las piezas vuelven a reagruparse con la nueva configuración.
Al no tener un candidato propio con llegada suficiente tanto a los medios como a la gente, el radicalismo se vio durante las últimas elecciones obligado a encuadrarse detrás de Mauricio Macri, quien recibió el apoyo del histórico partido, que brindó al PRO una territorialidad que el partido fundado en la Ciudad no tenía.
Ahora, la aparición de Manes le permite al radicalismo pensar en una fórmula propia para disputar lugares dentro de Juntos por el Cambio y de cara a la sociedad, sumado a que en la oposición aún no emerge un liderazgo único como el que supo consolidar Macri.
En ese sentido, el desembarco de Manes en la política alteró los planes de Horacio Rodríguez Larreta, el jefe de Gobierno porteño que, pensando en 2023, esperaba contar con el apoyo del radicalismo para dar la interna en la oposición contra los sectores más duros.
«Manes es justamente lo que al radicalismo le estaba faltando. Una persona con llegada a los medios de comunicación y con una buena imagen en la sociedad. Además, responde al perfil anti grieta que gran parte del electorado está buscando», sintetizó ante NA un importante asesor político de la oposición.
«Si va a ser candidato Manes lo tiene que definir él, pero hubo un paso muy importante que va marcando un camino y es su decisión de ser protagonista en Juntos por el Cambio con una identidad radical», sostuvo Ernesto Sanz, quien supo presidir el radicalismo y firmó la comunión de su partido con el PRO en 2015.
En declaraciones periodísticas, Sanz destacó la figura de Manes de cara a las elecciones y consideró que genera interés por fuera de JxC, por lo que lo calificó como «la frutilla del postre» para la UCR.
En el radicalismo, la mayoría de los caudillos parecen estar de acuerdo en -eventualmente- acompañar el liderazgo de Manes por el de cualquier otro candidato que quiera imponerse en Juntos por el Cambio, sobre todo si éste no es del radicalismo, ya que en dicha fuerza señalan que no tuvieron peso en la toma de decisiones durante el macrismo y no quieren repetir una experiencia similar.
De esta manera, la UCR dio el primer gran movimiento de la oposición y buscará consolidar un liderazgo de cara a la sociedad pensando en las próximas elecciones.
Si bien es difícil medir la intención de voto que un outsider de la política como Manes puede tener, lo cierto es que en las encuestas de opinión es considerado por la gente como un dirigente creíble y con fuerte imagen positiva -y poca negativa- por su fuerte ligazón con el mundo académico y científico.