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Las voluntarias del Vilela siguen pisando fuerte con su trabajo solidario


CLG habló con Cecilia Forniglia, jefa del Voluntariado del Vilela, que contó cómo atraviesa el grupo los efectos de la pandemia: "Por la distancia cambiaron los juegos y la manera de comunicarnos", afirmó

En los hospitales de Rosario existe un grupo de personas que entregan su vida desinteresadamente al pleno funcionamiento de la institución y a la asistencia de los pacientes que pasan sus días en una sala de internación. Este trabajo no se detuvo a pesar de la pandemia y el claro ejemplo son las Voluntarias del Hospital de Niños Víctor J. Vilela, en la zona sur de la ciudad.

Ellas, históricas dentro del nosocomio de Virasoro 1855, tuvieron que cambiar su forma de trabajo y doblegar esfuerzos. Es que de las 80 voluntarias, por protocolos covid y al haber grupos de riesgo, sólo están disponibles «poco más de 30», contó la Jefa de Voluntariado del Hospital, Cecilia Forniglia ante CLG.

Los turnos pasaron de ser de 10 voluntarias a 4, el contacto con los niños y niñas se redujo notablemente. «No podemos abrazarlos, ni darles un beso, es más no podemos ingresar a la habitación», retrató Cecilia y contó que su accionar se tiene que limitar a la puerta de la sala de internación: «Por la distancia cambiaron los juegos y la manera de comunicarnos. Ahora hacemos muchas morisquetas y jugamos a través de vidrios», explicó Cecilia.

La sala del voluntariado es todo el espacio donde las mujeres pueden desarrollar su actividad y el teléfono no para de sonar: «Estamos todo el día yendo de acá para allá, porque es mucha la demanda pidiendo ropa, pañales, libros u hojas para pintar porque (profesionales de la salud) ven a los niños aburridos», dijo Forniglia.

Ni payamedicos, ni personas desinteresadas que, por ejemplo, llegaban para cantar al hospital, pueden estar con los pacientes. Es que ante los protocolos por la pandemia, el espacio de los niños se centró en la sala y sólo pueden ser acompañados por un televisor, por eso los médicos y enfermeros plantean actividades más lúdicas que son proveídas por las Voluntarias. Es por ello que cada aporte que llega de este grupo vale oro.

Puede ser una imagen de una persona e juguete

Pero siempre hay un oasis y existe en la sala de espera de oncología, donde los chicos esperan estudios durante toda la mañana y allí son asistidos por este grupo de mujeres con una chocolatada y alfajores, «ahí jugamos, pintamos y hacemos manualidades», reflejó Cecilia.

En cada invierno, las Voluntarias del Vilela impulsan su característica campaña de colecta de medias, de igual forma Forniglia aseguró que también se reciben donaciones de pañales, juguetes o libros para pintar.

Quines estén interesados en ayudar pueden acercarse al Hospital (Viamonte 1855) de lunes a viernes de 9 a 12 y de 15 a 17 y los sábados de 9 a 12 o bien escribir a las redes sociales de Vilela en Facebook o Instagram.

En el 2020 las Voluntarias del Hospital Vilela sufrieron la pandemia y no pudieron hacer su té característico donde juntan fondos para solventar los gastos anuales como la compra de pañales y para este año «la gran incertidumbre» que apañe a la sociedad también está sobre esta actividad manifestó Cecilia Forniglia, pero adelantó «algo vamos a hacer».

Por último, la Jefa del Voluntariado del Vilela pidió un deseo que reflejó claramente lo que se siente esta labor: «Esperemos que termine esta locura de la pandemia que nadie imaginó para volver a tener el voluntariado de antes. Todas las que no pueden venir tienen muchas ganas de volver porque esto lo hacemos con pasión y amor, el no poder ir al hospital es una tristeza muy grande», concluyó.