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El investigador rosarino Diego de Mendoza ganó el Premio Científico 2021


El fundador del IBR fue galardonado con una de las distinciones más importantes del ámbito científico nacional

“Sin los avances fundamentales de la ciencia no se podría haber desarrollado una vacuna en un año ni tantos test diagnósticos de covid; es un triunfo de la investigación”, afirma el doctor en Bioquímica de la UNR Diego de Mendoza, ganador del Premio Científico 2021 de la Fundación Bunge y Born, uno de los reconocimientos más importantes del ámbito científico nacional.

El fundador del IBR considera que “la investigación es esencial para el crecimiento de un país, es lo que nos da independencia intelectual y nos permite hacer nuestras propias innovaciones. Por eso se necesita una fuerte investigación básica que luego pueda trasladarse a fines prácticos”.

De Mendoza destaca la excelencia de los científicos argentinos y la nueva ley de financiamiento del sistema nacional de ciencia, tecnología e innovación que aumentará los recursos del área de 0,28% al 1% del PBI. Pero dice que la investigación básica en el país está desatendida. “No se percibe bien la importancia que tiene. Si bien da más rédito hacer investigación aplicada, sin la básica esta es muy difícil de desarrollar. Es como querer construir un edificio sin hacer el primer piso”, explica.

Como ejemplo, menciona el origen del método de diagnóstico PCR (reacción en cadena de la polimerasa) tan utilizado actualmente para detectar covid. En 1964 el microbiólogo norteamericano Thomar Brock estaba en el parque nacional Yellowstone y se sintió atraído por las aguas termales cuya temperatura era superior a 80°. Tuvo curiosidad por saber si en esas aguas podrían sobrevivir microbios y realizó una investigación que comenzó con un simple experimento: sumergió una fina placa de cristal, la dejó unos días en las aguas termales, la secó, la observó al microscopio y descubrió que contenía bacterias. Las cultivó en el agua hirviendo y a una de ellas la llamó “termoacuática”.

Luego se pudo demostrar que esta bacteria de agua caliente contenía una proteína llamada Taq Polimerasa, capaz de copiar el ADN a una temperatura de 80°. En 1980 el científico Kary Banks Mullis la utilizó para hacer copias ilimitadas de una hebra de ADN y creó una técnica a la que denominó PCR. Por este descubrimiento recibió el premio Nobel. «Esa primera investigación básica permitió el desarrollo de esta técnica», subrayó.

Movido por la curiosidad

En el caso de las ciencias biológicas “uno es curioso por saber qué ocurre dentro de la célula, por entender los mecanismos fundamentales de algún fenómeno biológico o cómo funcionan las bacterias”, dice el Dr. De Mendoza. Y si bien en su laboratorio se realiza este tipo de investigación básica, destaca que allí se formaron científicos que hoy crearon seis empresas en nuestra ciudad.

El programa de investigación que dirige se centra en el estudio del metabolismo de lípidos en organismos modelo. En su laboratorio se elucidaron mecanismos regulatorios que controlan la cantidad y calidad de los lípidos sintetizados por la bacteria Bacillus subtilis, que son fundamentales para la utilización de este microrganismo como bio-fábrica. Asimismo, el laboratorio estudia el metabolismo de esteroles y ácidos grasos en nematodos y su posible aplicación en la salud humana y en la agricultura.

En cuanto a su carrera, afirma que “la satisfacción más grande es haber venido a Rosario, iniciar una línea de investigación en ciencias bioquímicas, que luego fue continuada en el IBR y reconocida nacional e internacionalmente”. Y enfatiza: “Quiero recalcar que todo se lo debo a la UNR que me dio el espacio para que se desarrolle nuestro grupo, ese es el orgullo más grande”.

Como formador de jóvenes investigadores en ciencias biológicas, les aconseja que elijan un laboratorio donde haya “una buena cabeza que sea capaz de guiarlos y que tengan la suficiente libertad para que su imaginación pueda desarrollarse”.

Cuenta que cuando alguien se inicia en su laboratorio, puede integrarse en cualquiera de los temas que se están trabajando, pero les aclara que las contribuciones más importantes van a ser las propias. “Damos una gran libertad. Muchas veces cometen errores pero es también una forma de aprender. En esos casos, yo sugiero por dónde seguir, pero nunca impongo”.

Pasión por la ciencia

El Dr. Diego De Mendoza es Bioquímico y Doctor en Bioquímica, por la Universidad Nacional de Tucumán, con posdoctorado en la University of Illinois, Estados Unidos donde inició sus estudios en microbiología molecular. Durante su carrera, principalmente en Rosario, realizó contribuciones fundamentales a la elucidación de los mecanismos moleculares que regulan el metabolismo de lípidos en bacterias, lo que permitió la identificación de blancos potenciales para el desarrollo de compuestos antibióticos en bacterias patógenas y el desarrollo de aplicaciones biotecnológicas.

Es investigador superior del Conicet en el Instituto de Biología Molecular y Celular de Rosario y Profesor Honorario de la UNR. Fundador y primer director del IBR, también creó el área Microbiología Básica de la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas. Fue investigador internacional del Howard Hughes Medical Institute, recibió la beca Guggenheim, el Premio Humboldt de la Fundación Alexander von Humboldt y el premio Investigador de la Nación Argentina 2017 otorgado por la Presidencia de la Nación.

El Premio Científico 2021 de la Fundación Bunge y Born le fue otorgado recientemente por “su dedicación permanente a la producción de conocimiento científico de excelencia con impacto internacional, la formación de numerosos recursos humanos de calidad, las tareas de gestión en los organismos de ciencia nacional, el reconocimiento a su trayectoria por parte de los más prestigiosos organismos científicos internacionales, y su continua contribución a la promoción y generación de recursos para el desarrollo de la ciencia en el país”.

Fuente: UNR