Mundo

Los enfrentamientos durante protestas en Myanmar dejaron al menos 20 muertos


Crece la crisis política tras la tensión entre seguidores del Gobierno democrático y militares

La confrontación en la región del delta del río Ayeyarwady  en Myanmar, el pasado sábado, dejaron un saldo de 20 fallecidos. El choque entre los seguidores del Gobierno elegido democráticamente y los militares, causantes de un golpe de Estado el 1 de febrero, continúa incrementándose semana a semana.

De acuerdo a la información del portal www.france24.com, la crisis política en Myanmar parece estar lejos de solucionarse y con el paso de las semanas está adquiriendo tintes bélicos en varias regiones. Este sábado, la agencia de noticias local Khit Thit Media y algunos medios extranjeros reportaron 20 muertos en enfrentamientos, lo cuales suman 847 hasta este momento. Las fuerzas de la junta militar, que lidera Min Aung Hlaing, se enfrentaron con aldeanos armados con catapultas y ballestas, en la región del delta del río Ayeyarwady.

De acuerdo con Reuters, los hechos se produjeron una vez que los aldeanos intentaron contraatacar a los soldados que querían revisar la vivienda de un vecino acusado de esconder armas. En numerosos sectores rurales del país los ciudadanos se han levantado en armas ante la presencia del Ejército, que intenta tener el control de facto sobre la mayor cantidad de terreno posible.

«La gente del pueblo solo tiene ballestas y hay muchas bajas del lado de la gente», declaró un vecino a la agencia de noticias, quien por temor a represalias pidió no ser identificado.

Ayeyarwady, es una importante zona de cultivo de arroz que tiene grandes poblaciones del grupo étnico mayoritario Bamar, del que gran parte del Ejército consigue sus reclutados.

Estos episodios violentos no fueron aislados. Hoy domingo continúan las protestas contra los militares en varias zonas importantes y pobladas del país, incluidas Rangún y Mandalay, dos de las principales urbes. Los ciudadanos de estos centros económicos fundamentales se han mostrado repetidamente en contra del golpe de Estado del 1 de febrero y a favor de la liberación de la líder política del país, Aung San Suu Kyi.

Las manifestaciones contra la junta militar son diarias desde hace cuatro meses. Aún no se logra la estabilidad que las fuerzas castrenses esperaban. El país está paralizado por las huelgas, mientras no paran los conflictos con los grupos étnicos con el ejército en las zonas fronterizas de Myanmar. A las manifestaciones prodemocráticas se ha sumado el accionar de las diferentes guerrillas étnicas de la nación, quienes también se oponen al poder militar.

Los militares regresaron al poder el 1 de febrero, con el golpe de estado que derrocó a la líder electa Aung San Suu Kyi, quien se encuentra detenida.

Reunión sin éxito

Esta semana, el líder de la junta, Min Aung Hlaing, se reunió con la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), y con la Cruz Roja Internacional, en una cumbre regional pautada que buscaba una solución de la situación actual de Myanmar, pero no hubo ningún resultado.

La emisora ​​estatal MRTV mostró la reunión y dio un resumen general de los discutidos entre los asistentes.

Las reacciones por parte de los detractores a la junta militar no se hicieron esperar. Miembros del Gobierno de Unidad Nacional rechazaron el encuentro de la ASEAN con Min Aung Hlaing porque creen que le da legitimidad. También exigieron ser recibidos por el bloque asiático.

Otra respuesta a la visita de la comisión de la ASEAN fue que, en la ciudad de Mandalay, algunos ciudadanos indignados quemaron la bandera de esa organización.

Preocupación en el Gobierno de Tailandia 

El Gobierno de Tailandia está preocupado porque en Myanmar siga la crisis y lleguen refugiados a su territorio en grandes cantidades. Ambos países comparten límites fronterizos.

Tailandia criticó que la junta militar no estaba prestando atención al «consenso» de los cinco puntos que fueron acordados con ASEAN en abril, entre ellos, el fin de la violencia, y conversaciones políticas.

«Hemos estado siguiendo de cerca los acontecimientos en Myanmar con mucha preocupación, especialmente los incidentes de violencia en muchas partes del país», indicó el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores, Tanee Sangrat, a través de un comunicado.

Sangrat insistió en pedir un cese a la violencia, a la par que exigió la liberación de las más de 4.500 personas que han sido detenidas.