Por José Odisio
Por José Odisio
La salida de Sebastián Peratta descomprime un poco la bronca acumulada tras un semestre lleno de fracasos deportivos, y tal vez allane el camino para un acuerdo con Germán Burgos para dejar el banco leproso. La pésima tarea en la Copa de la Liga, con un golpazo en el Clásico; la eliminación de la Sudamericana y la deshonrosa derrota ante Sarmiento por Copa Argentina fue demasiado. Y cuando los resultados no se dan, debe haber consecuencias. Por eso Peratta se va y Burgos seguramente lo acompañe, aunque nadie está exento de culpas cuando algo sale tan mal.
Fuera de la bronca del hincha, que no siempre permite análisis profundos, porque lo pasional y sanguíneo se impone ante cualquier razonamiento, hay realidades que el próximo Director Deportivo (¿será Lucas Bernardi?) y especialmente el entrenador deberán entender rápidamente. Y actuar en consecuencia.
¿Tiene Newell’s mal plantel? Decididamente no. Por nombres y jerarquía debería estar muy por encima de la media, pero con chapa sola no alcanza para ganar. El análisis que surge espontáneamente, sin ese impulso tribunero pero con cierta lógica que está a la vista, es que Newell’s fue uno de los equipos peor preparados física y futbolísticamente del semestre. Y sin eso es imposible que los resultados acompañen. Se equivocó Kudelka en la pretemporada; falló la dirigencia y Peratta en sostenerlo; y Burgos no tuvo capacidad para corregir la falla, incluso creó mayor desconcierto luego de un veranito de seis partidos que ilusionó un poco. Las lesiones tampoco ayudaron y el ánimo siempre estuvo en vuelo bajo. Así, los malos resultados fueron lógicos, aunque es cierto cuando Peratta dice que el plantel no es tan malo como los números reflejan.
Hay parte de verdad en los dichos de Peratta. O acaso todos el mundo no pedía a Lema o celebraba los retornos de Pablo Pérez y Nacho Scocco. Tampoco se puede negar la calidad de Sebastián Palacios ni de Jonatan Cristaldo. Y no fueron pocos los que celebraron la renovación de Kudelka en julio del año pasado o pusieron a Burgos adelante en cualquier encuesta hace apenas dos meses. El hincha tampoco resiste un archivo, aunque a diferencia de Peratta, la dirigencia o los entrenadores de turno, su rol es apoyar y alentar al equipo, no armarlo ni tomar decisiones. Y en ese aspecto poco se le puede achacar a la gente, que siempre acompaña, más allá de que Peratta también tiene razón cuando dice que algunos pretenden adueñarse del papel exclusivo de la voz del hincha leproso y desde redes sociales cuestionan todo, incluso lo bueno.
El semestre fue un espanto dentro de la cancha. Y hubo consecuencias directas con Peratta y posiblemente con Burgos. Ahora será tiempo de Bernardi o Guiñazú y una elección de entrenador que no admite una nueva falla. Un semestre malo ya fue demasiado.