Por Diego Mussetta
Por Diego Mussetta
La Chiva Di Meola llora desde arriba. El Bichi Fuertes es uno más dentro de la cancha. El Pampa Gambier seguro que estuvo en el anticipo de Aliendro. Pedro Uliambre seguro que aconsejó a Bernardi en el 2-0. El Negro Ibarra también le susurró en el oído a Castro cómo sacar ese remate que terminó inflando la red por tercera vez. Leo Díaz fue el doble de Burian y también estuvo debajo de los tres palos. Sí, Colón gritó campeón por primera vez en su historia. Lo hicieron estos héroes de Eduardo Domínguez, pero seguro que también aportaron lo suyo los miles que vistieron la sangre y luto a lo largo de los 116 años de historia. Colón es campeón. Por los de hoy, pero también por los de antes, los que lo hicieron grande de verdad. Hoy la estrella se pinta por primera vez en su corazón. Y es justo.
Colón lo hizo. Por un DT sabio, que respetó una idea y que supo encontrar piezas claves en momentos justos. Por un plantel inteligente, que supo reponerse del golpazo de la final perdida en 2019 en Paraguay y que se concientizó en que el título era posible. Y por una dirigencia que luego de tantos años de yerros hizo la apuesta por un proyecto que trajo los réditos esperados.
Colón lo hizo. Porque tuvo a la figura del campeonato. A un tipo de 36 años que se vino de Tucumán a buscar la gloria. Y que la consiguió por su capacidad, juego y sacrificio. Siendo el abanderado del perfil de bajo, Luis Miguel Rodríguez, o simplemente el Pulga, la rompió. Fue goleador pero también hizo jugar. Le quitó presión a los pibes. Aportó toda su experiencia. Y apareció en cada momento que el equipo lo necesitaba. Un líder de los buenos.
Colón lo hizo. Y es justo. 116 años pasaron desde la fundación de este club que este viernes 4 de junio escribió la página más importante de su historia. Hubo descensos, años y años de amarguras en aquél Nacional B, ascensos, ilusiones renovados, caminos internacionales que terminaron truncos como el de 2019 y una estrella que desde hoy brilla en la sangre y luto. ¡Grande, Colón! Salud, campeón…