Lo destacó la directora nacional de Transparencia del Ministerio de Obras Públicas, Roxana Mazzola con datos de la plataforma Infralatam
La inversión nacional en obras públicas registró una caída del 61% durante el gobierno de Mauricio Macri, y los recursos destinados a infraestructura pasaron de representar el 2,7% del Producto Bruto Interno (PBI) en 2015 al 1,1% en 2019, lo que representó una pérdida de 1,6 puntos porcentuales.
Así lo destacó la directora nacional de Transparencia del Ministerio de Obras Públicas, Roxana Mazzola, quien subrayó que “de manera simultánea, se produjo un endeudamiento constante que llegó a niveles insostenibles en 2019”.
Puntualizó que “de acuerdo con datos de Infralatam, en 2018 la inversión en obra pública de la Argentina estaba por debajo de la media regional con relación al monto y la calidad de la inversión en infraestructura”.
Infralatam es una plataforma con datos de inversión pública en América Latina, desarrollada por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF) y la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
Mazzola destacó que “a la histórica restricción en inversiones en infraestructura y desarrollo de complejos productivos, se le sumaron en los últimos años políticas económicas erráticas, lo que ya marcaba un piso de deterioro bajo que la pandemia agudizó”.
A su criterio, “es al menos complejo pensar en activar una economía si se baja la inversión, con efectos en una de las principales palancas multiplicadoras como es el sector de la obra pública, como pasó hasta 2019”.
De todos modos, remarcó que “con el cambio de signo de la administración nacional, cambiaron nuevamente las prioridades”, y subrayó que “eso se refleja principalmente en el actual presupuesto, donde se ve duplicada la última asignación en términos porcentuales hasta el 2,2%”.
“La obra pública es central para contribuir en la política económica. Es una de las palancas dinamizadoras, capaces de reactivar una economía con bajo nivel de actividad. En contextos como los actuales se requiere, además, establecer prioridades y hacer estimaciones para direccionar los esfuerzos allí donde son más necesarios y urgentes, a fin de que el impacto positivo sea mayor”, sostuvo la funcionaria.
Además, remarcó que “el Ministerio de Obras Públicas sigue de cerca la evolución de los precios de los principales insumos y materiales”, porque subrayó que “se registraron importantes subas en el último tiempo y se evalúan distintas estrategias de intervención, para evitar que ese recalentamiento interfiera con el ritmo de recuperación”.
“También se trabaja en el mapeo de zonas críticas, entrecruzando variables tales como contagios de coronavirus, desempleo y déficit habitacional, para orientar allí las inversiones”, indicó Mazzola.